Kaho Orameda

Spoiler:

Nombre completo: Kaho Orameda.
Sobrenombre: Ninguno del que ella sepa.
Ocupación: Herbolaria y curandera, actualmente en búsqueda de una persona en especial.
Sexo: Mujer.
Orientación sexual: Aún no lo sabe.
Edad: 15.
Clase: Hechicera.
Habilidades:
-Con la daga bendecida por la Diosa 2 puede hacer varios hechizos básicos, como crear chispazos o encender una luz entre sus manos.
-Tan solo necesita tocarla y visualizar con fuerza lo que quiere que pase para invocar la magia.
-Conoce a la perfección todas las plantas y animales que viven en Dashtar, sobre todo los medicinales o aquellos que poseen veneno.
-Tiene un sentido de la ubicación extremadamente agudo, por lo que es incapaz de perderse.
Debilidades:
-Le tiene pánico a las alturas y se asusta con facilidad.
-Perder la daga hace que se quede sin habilidades mágicas.
-Se pone nerviosa por cualquier halago y tiene cosquillas por prácticamente todo el cuerpo.
-Siente una simpatía innata por los animales y se pone muy triste al ver gente herida o solitaria.
Descripción física: Kaho, pese a que ya tiene quince, se ve aún como una niña pequeña. No debe medir más de un metro cincuenta y lleva suelto el pelo negro, lacio y con flequillo. Tiene los ojos azules y la piel pálida, a veces traslúcida, porque desciende de una raza blanca, siendo albino su padre y de raíces japonesas su madre. En cuanto a ropa tiene una moda sencilla y bastante pobretona, porque al estar usualmente de viaje prefiere la comodidad sobre la apariencia. No se despega de un saco gris con capucha que lleva siempre puesto y sus pantalones, comúnmente jeans, están siempre raídos.
Descripción psicológica: Normalmente es tímida y callada. Terriblemente desconfiada, lleva mucho esfuerzo lograr que coma algo que le ofreces o que te siga voluntariamente a algún lado. Aún así, si se le llega a dar la seguridad que considera suficiente, puede ser muy agradable ya que, al fondo, es infantil y divertida. Adora los chistes y se ríe con facilidad. Le atraen los juegos de palabras y las respuestas irónicas, a las cuales, en realidad, no sabe muy bien cómo responder. Se sonroja por cualquier halago y tiende a esconderse bajo la capucha. Es extremadamente curiosa y puede ser muy amable pero, si siente amenazada su vida, se puede volver sanguinaria ya que tiene la mente fija en conseguir venganza y no está dispuesta, bajo ningún punto de vista, a morir sin encontrar a quien mató a sus padres.
Historia: Kaho nació en Odalya, en una casita de clase baja a las afueras de la ciudad. Su madre era herbolaria y su padre trabajaba de leñador así que, desde pequeña, conoce los bosques de Dashtar como si fueran la palma de su mano. Hasta los siete u ocho años vivió así, aprendiendo lo que podía del oficio de sus padres, fascinada sobre todo por la botánica de la que su madre le daba clases en sus ratos libres. Le enseñó, así, a leer y escribir y le mostró, además, todo lo que sabía de plantas medicinales. Sin embargo, poco antes de que Kaho cumpliera los nueve años, sus padres fallecieron en un acontecimiento siniestro del cual no conserva más memorias que el shock que le produjo la sangre que bañaba el piso de la casa. Desde entonces, vivió en el orfanato de la ciudad y, poco más de un año después de la tragedia, habiendo conocido a cierta bruja adepta a la Diosa 2, habló con la deidad para prometerle, con toda la firmeza de la que era capaz, su lealtad a cambio del poder suficiente como para vengarse del asesino de sus padres. Tarde se enteró de que el trato había sido distinto para la mujer de negro, a la que en vez de una bendición se le había dado un contrato, pero no le quedó más que perdonar a Jade porque algún poder había adquirido. Fue una pena para ella descubrir que Morbius-san, al que le tenía una gran admiración, la iba a ignorar por un tiempo por haberse unido a la diva opuesta y, sin embargo, se sintió eventualmente mucho mejor ya que, con el tiempo, alguna palabra empezó a dedicarle; sobre todo después de empezar el pequeño negocio que mantiene ahora, haciendo de curandera en el patio del orfanato para ayudar con los gastos y ahorrar para alguna vez pagar a un mercenario o un informante y salir tras el asesino de sus padres.
Algunas cosas más: Como dato curioso, tiene cierto fetiche con los pájaros, a los que envidia, en parte, por su habilidad de volar. Le fascinan, aparte, los tatuajes, ya que muchas veces se planteó tatuarse un gorrión en recuerdo de sus padres, que solían cantarle una canción que trataba sobre este ave.
Inventario: Lleva siempre con ella la daga que le bendijo la Diosa 2 y un lazo blanco, atado a la muñeca izquierda, que conserva como regalo de sus padres aunque nunca se lo ha puesto desde que fallecieron. Metido adentro de algún bolsillo, normalmente en el saco, nunca le puede faltar una serie de bolsitas en la que colecciona las plantas medicinales y mágicas que sabe identificar y a las que considera, dentro de todo, su mejor arma.

Sólo falta arreglar que no se ve la imagen X3

Si, me había fijado yendo a la URL de la imagen XP
PD: ahí lo arreglé yo, espero no te moleste. Y bienvenida a Dashtar!