.Historia.

En el lejano mundo de Dasthar, dos Diosas compiten día a día poniendo a prueba su poder y la lealtad de sus súbditos. Sin embargo, esto no siempre fue así.

Era tradición de los ciudadanos de aquel mundo realizar torneos como ofrenda para entretener a la Diosa y el ganador de aquellos desafíos era bendecido por la diosa cumpliéndosele un deseo.
Durante una competición, hubo un competidor que llamó la atención de la diosa por las extraordinarias habilidades que demostró en los distintos desafíos. Era tal la excelencia de sus elegantes movimientos que la Diosa no pudo quitar los ojos de él y fue al final del torneo en donde él se mostró como el ganador pidiendo como único deseo un solo beso de su amada Diosa, ganándose así su corazón. Pero el romance duró poco y el amor se trastornó mostrándose como un cruel engaño. El guerrero, sabiéndose observado por la diosa ideó un plan y la enamoró para así ganarse su favor y poder cumplir con su enfermiza obsesión.
La Diosa cayendo completamente en su artimaña nunca dudó de sus pedidos hasta que le fue imposible continuar ciega a la realidad y descubrió el engaño en el que había caído. Se vió atrapada, con su cuerpo casi inmovilizado y las manos de su amante sosteniendo un puñal. Se vio indefensa y lo odió, logrando reunir fuerzas para arruinar el hechizo. Completamente destrozada por el embuste, logró mantener sus poderes y arruinar lo que su falso amante había planeado. Sin embargo, había reaccionado tarde. El hechizo ya había comenzado cuando ella decidió actuar. Afectada ya por lo que él había hecho y sin saber qué sucedería, la Diosa sostuvo el puñal y mató a su amante. Una fuerte ventisca púrpura salió dentro de él y la asfixió dejándola inconsciente.

Al despertar se vio dividida, era como observarse en un espejo, pero sabiendo que en su interior seguía el espíritu de ese bastardo. En ella ardía ese deseo de avaricia y poder que tanto había despreciado en él.