Entretenimiento

- Ahhh!... Otro!- Exclamó golpeando el mostrador con su vaso para luego pedir otro trago. Nada mejor que el alcohol de calidad, sobre todo cuando andaba algo desilusionada. Cómo estaba un poco corta de dinero había utilizado su segunda vía de ingresos, obviamente siendo ella quién elegía a su comprador. Había sido un buen tipo, algo estúpido sí, pero el físico lo tenía y tenía pinta de ser todo un playboy; pero era horrendo en la cama, la había dejado con las ganas y para colmo sus sueños eran un asco. Suspiró, Por lo menos había pagado lo acordado. - Gajes del oficio... - Murmuró mientras le daba un sorbo a su vaso nuevamente lleno y observó por sobre el borde de cristal a las personas del lugar. Tal vez encuentre a alguien que le ‘ayude’.
Y efectivamente lo encontró, sentado también sobre la barra a dos o tres asientos alejado de ella. Soltó un inaudible silbido admirada. Era tremendamente apuesto, a ese sí que le perdonaba si la dejaba con las ganas. Apuró lo que le quedaba de wisky y verificó su escote mientras le rellenaban de nuevo el vaso. Se levantó, se acercó a él y se sentó en sus piernas rodeando su cuello con uno de sus brazos.
- Te veo algo aburrido. - Comentó tomando otro sorbo de alcohol. - ¿Te acompaño? - Preguntó pegándose a él y acariciando el contorno de su rostro con su dedo índice de la mano con la que sostenía el vaso.

Después de un día sin ninguna pista sobre el caso que estaba trabajando, decidí ir a descansar buscando compañía femenina. Fue una decepción encontrar tan poca calidad cuando llegué al bar.

-Una botella de vodka.-le dije al mesero cuando apareció ante mí.

-Ahora se la traigo.-contestó.

Al poco tiempo la trajo y me dediqué a tomar mientras miraba las posibles presas. Ninguna llamaba mi atención.

-Pena…-me dije y comencé a vaciar la botella.

Fue en ese momento cuando un suave aroma atrajo mi atención.
Una preciosura se sentó sobre mis piernas mientras encerraba mi cuello con uno de sus brazos.

-Te veo algo aburrido.-me dijo.- ¿Te acompaño?-me preguntó mientras me incitaba al acariciar mi rostro con su dedo índice. “Interesante…”pensé al observarla. Era tentadora, pero se notaba que era a propósito. Buen cuerpo, buen aroma, perfecta ropa…

-Dime, mi pequeña zorra… ¿Realmente piensas cobrarme?

Estalló en carcajadas inclinándose hacia adelante. - ¿Tan obvia soy? - Preguntó. - Bueno, supongo que ése era el objetivo. - Murmuró. - Pero no te preocupes, es cierto que ando algo escasa de dinero, pero ya terminé mi trabajo por hoy. - Explicó volviendo a arrimarse a él acercando su rostro al suyo. - Esto es puro y limpio entretenimiento. - Dijo tocando su labio inferior con el índice para luego tocar el de él. - Aunque si tu quieres pagarme, no tengo ningún problema. - Aclaró guiñando un ojo y llevándose el vaso a los labios bebió el resto del contenido del mismo (que estaba casi lleno). - Delicioso! - Exclamó tirándose hacia atrás, sujetándose del muchacho para no caerse y extendiendo el brazo con el vaso sobre la barra. - Otro! - Exigió.

Reí ante la actitud de la chica.

-Mi pequeña...-le dije al acercarla nuevamente a mí.- ¿Qué te parece un pequeño paseo por mi cama?- Deslicé mis labios sobre su cuello e inspiré profundamente al llegar debajo de su oído. Su aroma era un afrodisíaco.- Prometo el mejor entretenimiento que te hayan dado...-le comenté al morder suavemente el lóbulo de su oído.- ¿Vamos?-le pregunté y antes de darle tiempo a responder la besé, saqueando su boca.

Estaba decidido a cumplir con mi promesa... Una buena noche de sexo me iba a venir bien. "El bruto y salvaje sexo" pensé. Una puta no podría quejarse.

Correspondió el beso dándole la bienvenida dejando que lo profundizara cuando quiso. Diosa! Sí que besaba bien! Y encima se ofrecía solo, sí lo hacía de la misma forma que besaba le agradecería al anterior por haberla hecho ir a buscar otro para consolación.
- Hmmm - Bebió un trago al acabar el beso. - Te doy un ocho por eso, me han dado mejores. - Mintió simulando sinceridad. - Y espero que cumplas tu promesa y no sea sólo palabrería. Como la mayoría. - Lo retó divertida. Parecía ser muy creído y egocéntrico, perfecto para molestar atacándole su ego. Sonrió ante la idea de cuánto se iba a divertir esa noche.

"¿Jugando con mi ego?" pensé. "Maravilloso..." Ya sentía como mi cuerpo se tensaba ante la idea de lo que pronto pasaría.

-¿Solo un ocho, mi pequeña zorra?- le pregunté aceptando su reto.- Veamos si logro un diez antes de irnos...-le susurré las palabras mientras me paraba llevándola en brazos y la presionaba contra una pared oscura.

-A ver si te gusta...- murmuré al separar sus piernas con mi cuerpo, encajándome en su centro e incitándola a algo más. Agarré sus cabellos entre mis manos e incliné su cabeza para que mi boca pudiera tomarla completamente mientras mis manos apretaban su redondeado culo. Solo paré cuando sentí sus manos en mi ropa suplicando por aire.- ¿Alguna queja?- le pregunté presionando aun más mi parte inferior en ella. Esa pequeña zorra tenía que saber lo duro que ya me encontraba... -Porque esta noche no te voy a soltar hasta saciarme y escucharte suplicar por más...-agregué antes de agarrarla por la cintura y volverla a besar.

Tenía que admitirlo, besaba muy bien... MUY bien, si fuera sólo por el beso se merecería un diez o mas, pero... - Seis... - Comentó cuando por fin la soltó. - Típico, te crees que con hacer algo basta sin pensar en nada mas, ¿verdad? - Preguntó analizándolo. - Primero, ten mas cuidado, casi tiras mi precioso wisky varias veces cuando me levantaste, cuando me arrojaste contra la pared, y cuando agarraste bruscamente mi cabeza. - Se quejó molesta agarrando el vaso con ambas manos acariciándolo con los pulgares. - Segundo, esto NO es cómodo, dijo señalando su pierna, aunque sería otra cosa si tu pareja estuviera excitada, y adivina que? No lo lograste. - Continuó dándole un sorbo al alcohol. - Y tercero, el mismo problema con esto. - Murmuró apartando una de sus manos entre el pulgar y el índice de forma despectiva. - Asegúrate de que tu pareja esté excitada para que lo disfrute. Lamentablemente, la apariencia no siempre lo es todo. - Finalizó terminando lo que le quedaba de wisky, lo empujó con una mano para apartarlo de su camino y fue por más.

"Zorra..." pensé al atrapar su brazo y traerla a mi.

-Mi pequeña zorra mentirosa...-le dije sonrientemente.- Esto es lo que ocurre cuando me mienten...-le advertí y la agarré por la cintura mientras la colocaba en mi hombro y la sostenía por las piernas.- Yo sé que eso fue más que solo un diez... Y no te atrevas a decir que no estas excitada, que te desnudo en público la próxima para que todos vean lo mojada que estas, pequeña zorra...

Salí con ella del bar y desplegué mis alas dirigiéndome a mi cuarto del hotel. Iba a colocar a esa pequeña mentirosa en su lugar nalgueando su pequeño culo... Sonreí ante la idea. Iba a pagar esas palabras.

Se sorprendió cuando la alzó repentinamente y luego de patalear un poco como reacción instintiva, se quedó quieta apoyando sus codos en la espalda del chico y su cabeza sobre sus manos, sorprendiéndose y algo triste al ver que ya no tenía su vaso de wisky, debió habérsele caído. Suspiró. - Y ahora dónde me servirán mi wisky? Me debes uno. - Comentó ignorando sus comentarios. Ella no había mentido... no del todo.