Saliendo de Manduka [Yuri] [+18]

Spoiler:

-¿Qué es lo que tu quieres hacer, Jade?-sonrió ampliamente sin saber si era por el mareo o porque estaba feliz sin razón alguna-A mi se me ocurren miles de cosas pero sé que tus gustos son más limitados...

-Pff, si tanto conoces mis gustos dame una opción que creas acorde, Meredith -le respondió cruzando los brazos y observando con una sonrisa ladina a la gente que pasaba por ahí, levantando cada tanto una pollera o abriendo un poco una camisa, más que nada de aburrida; y de ebria.

Frunció el ceño y se acercó a ella dejando una mano en su hombro buscando llamar su atención.
-Deja de molestar a la gente que no conoces y moléstame a mi, sis'...-le exigió molesta y algo celosa.

-¿Mhm? Pero si contigo ya he probado, sis' -se volteó a ella causando una ventisca más generalizada, que hizo que un montón de los que pasaban por la calle gritaran y se agarraran la ropa como podían para evitar que se les viera hasta los testículos u ovarios- Aparte, tu falda me trae problemas -le susurró acercándosele un poco, esforzándose por hacerlo con precisión y no golpearse con ella pese a quedar a unos centímetros de su rostro, sonriendo maligna al rozarle una pierna y remarcarle lo ajustada que usaba la ropa con una brisa que apenas si podía levantársela un poco.

Se mordió el labio inferior aferrándose con fuerza de su hombro.
-Eres... cruel... Jade... eres muy cruel...-no iba a soltarla, sabía que no iba a lograrlo con ella pero la brisa era molesta.

-¿Cruel, yo? -preguntó mirándola a través de los lentes, indescifrable- ¿O tú? -terminó, llevando una mano a su hombro para lograr que dejara de aferrarla de ese modo.
-Estoy borracha, pero no tanto. Tell me yes or no, sis'. Not maybe -la observó severa apartándole de su brazo antes de volver al tema inicial, volviendo la vista a la gente pero sin la brisa de por medio- ¿Qué hacemos?

Levantó la vista a sus ojos ante su tono, sorprendida por la frialdad. Cuando la obligó a soltarse frunció el ceño apretando los puños ofendida. Giró sobre sus talones y bufó sin poder ocultar un leve sonrojo, ella no iba a suplicarle nada.
-Yo iré a casa....-no pudo evitar titubear un segundo al preguntar-¿Vienes o no?

-Supongo que sí -respondió encogiéndose de hombros, algo molesta por el alcohol que no le dejaba controlar el malhumor que le había dejado detenerse en Manduka- Hace mucho que no duermo en una cama -dijo y agregó, a regañadientes, desviando la vista al notar que apretaba los puños- Y que no duermo contigo.

Sus palabras que al principio volvían a fastidiarla lograron hacerla estremecer un poco. Sin darse cuenta ahora caminaba más calma, sin taconear furiosamente contra el asfalto como hacia unos segundos.
-Estoy meditando si dejarte entrar o no...-bromeó un poco apartándose unos mechones del hombro para luego buscar en uno de sus cinturones el atado de cigarrillos-¿Quieres uno o compartes conmigo, honey?-ofreció sonriendo, sus cambios de ánimo eran imposibles de disimular estando borracha.

-Con una pitada estoy bien -respondió sonriendo; si lo de los puños le había hecho ablandarse un poco, la forma en la que le había cambiado el ánimo con una estupidez le había mejorado bastante el tema del humor- Y si no me quieres dejar entrar, tan solo apresura el paso que me perderé sola -contestó siguiéndola altiva pero considerablemente más amable que de costumbre.
Carajo, más valía que el alcohol no la pusiese sentimental.

-Sería una pena que te perdieses en medio de la ciudad, honey, puedo aceptarlo en un bosque pero aquí... Please, sis'...-sonrió llevándose el cigarrillo a los labio encendiéndolo con un chasquido de dedos, le dio una larga pitada y se lo pasó a la morocha entre los dedos índice y medio. Caminaba con más gracia de la habitual, moviéndose de más para que su cabello se meciera a su espalda.

-Tsk, en un bosque es de lo peor -resopló tomando el cigarrillo y dándole una pitada de aquellas, agradecida del sabor de la nicotina entre los labios- He estado semanas sin cruzarme un claro la última vez que me perdí -siguió, devolviéndole la droga de un pase, guiándolo con una brisa arremolinada hasta la mano de la pelirroja que, no podía ignorarlo, se veía más sensual que de costumbre.
Fuck, pensó llevándose una mano al pelo y tanteándose por hábito el bolsillo de los cigarrillos. No iba a caer dos veces en una hora.

Doblar en la segunda esquina y alejarse sólo unas cuadras de la calle más transitada era sencillo, no entendía cómo ella no podía recordar una indicación tan simple y perderse cada vez que estaba en Odalya, muchas veces no le había creído que, por falta de ubicación, no la hubiese ido a ver en sus pasadas por la ciudad.
Exhaló el humo hacia arriba pasándole el cigarrillo para poder abrir la puerta, sólo era necesario mover el picaporte de una forma exacta, no tenía llaves y no le importaba: nadie entraría en su casa si quería permanecer de una sola pieza.
-¿Hace cuánto que no vienes? No conocías mis cortinas nuevas...-Sonrió guiñándole un ojo antes de entrar al monoambiente.
La casa constaba de una amplia habitación con la cama en el centro, una mesa redonda y un armario que ocupaba toda una pared. La ventana estaba al respaldo de la cama y había dos puertas: una que daba al baño y la otra a la cocina. Todo decorado en tonos dorados y rojos. Se podían escapar algunas prendas tiradas en la cama o zapatos en el suelo.
-Sorry, sis', sabes que no tengo visitas...

-Don't worry -contestó tras haberla seguido hasta su casa sin preocuparse, por supuesto, de recordar en qué calles habían doblado ni nada del estilo- Me preocupa más lo que le pueda hacer esto a mi adicción -bufó fumando dos pitadas juntas mientras fruncía la nariz; el olor allí dentro iba a matarla- ¿Qué hay de distinto en tus cortinas? -sonrió burlona sin notar la diferencia en el monoambiente colorado mientras forzaba de un soplo la ventana a abrirse para resistir la tentación de prender todos los cigarrillos de su atado "de emergencia" juntos.

-Como siempre no notas que las cambié por unas... más opacas... que no dejaran ver desde afuera...-se ruborizó un poco más y confirmó que la puerta estuviera cerrada para acercarse a ella e inclinarse un poco sobre ella para quitarle el cigarrillo con la mano y llevárselo a los labios allí mismo antes de exhalar el humo en su cara con una sonrisa.

What the...
-Hey... -el humo le hizo cerrar los ojos y apartar la cara- No hace falta asfixiarme -murmuró, llevando de automático una mano a su bolsillo y volteando a verla cuando despejó un poco el asunto con una brisa de por medio- ¿O es que esa era justamente tu intención, Meredith? -preguntó entonces viéndola tan cerca y replanteándose cuán borracha estaba al notar la sonrisa lasciva en su rostro y desviar involuntariamente la mirada hacia la pose provocativa y todo lo que conllevaba.

"Meredith"... Era la única persona en toda la tierra que la llamaba así después de sus difuntos padres... Lo odiaba y le gustaba la vez.
-¿Asfixiarte? Never...-sonrió y se llevó el cigarrillo a los labios para poder llevar las manos al rostro de la morocha y quitarle los anteojos en un movimiento lento-¿Cómo puedes ver con esto, sis'?-se los puso a sí misma analizando que el rojo de la habitación sumado a la falta de luz significaba ceguera tras los vidrios... Y así no podía verla a ella.

-El asunto es exactamente ese -respondió inmóvil mientras la miraba ponerse sus lentes- No ver -concluyó sarcástica, apagándole de un soplo el cigarrillo antes de que tuviera chances de volver a tirarle el humo a la cara- ¿Qué haces, sis'? -sonrió al verla con sus lentes, los cuales no le quedaban mal, a decir verdad, pero tampoco tan bien como a ella.

-Descubro qué tan poco de mí ves con esto...-sonrió y se quitó el cigarrillo de labios tirándolo a un costado, sin lograr acertar en el tacho al lado de la puerta debido al mareo y se dejó caer en la cama-¿Qué harás, Jade?-la observó desde atrás de sus propios anteojos divertida.

-Lo de siempre -dijo, encogiéndose de hombros divertida ante la respuesta y el revés de contestar con otra pregunta- Dormir, usarte el baño e irme sin pagar -le sonrió burlona y se tiró en la cama a su lado, de costado para observarla mejor al preguntar, en un tono casual que no engañaba a nadie- ¿O es que quieres que haga otra cosa, honey?

Infló las mejillas más ofendida de lo que pretendía y suspiró lentamente volviendo a sonreír.
-Me gusta cuando estás más pasada de copas y no haces tantos comentarios como esos... Y simplemente... Actúas...-giró el rostro para verla a los ojos frunciendo el ceño por los malditos anteojos que le impedían ver más que su silueta.

-Lo sé -respondió sonriendo de forma descarada al agregar- Y es por eso que los hago.
Hizo una pausa entonces, volviendo a medir el nivel de borrachera de la pelirroja antes de acomodarse mejor en la cama, mirando boca arriba con los brazos detrás de la cabeza (ni idea de dónde estaba la almohada). Es cierto que se sentía mareada, pero aún así, todavía estaba molesta por la forma en la que la informante la había frenado antes. Y, ebria, le pesaban más ese tipo de emociones que normalmente podía ignorar sin problema.
-Yo ya he dado el primer paso hoy -dijo, extrañando los lentes al ver todo menos rojo que lo normal y cerrando los ojos con una sonrisa burlona en los labios- Si quieres algo, te toca empezar, Meredith.

Bufó al oír su nombre de nuevo. Se quitó los anteojos estirando un brazo para dejarlos en la mesa de noche y algo molesta e infantilmente enfurruñada se inclinó sobre ella, una mano a cada lado al igual que sus rodillas. La observó unos segundos molesta.
-¿Qué te sucede, sis'?

-¿Mhm? Nothing at all, sweetheart -le respondió juguetona observándola de mejor humor entarimarse sobre ella, sonriendo lasciva sin realmente pretenderlo- Estoy borracha, ¿pretendes que tenga un humor uniforme o algo así? No puedes ser la única con cambios de ánimo, sis' -murmuró estirando una mano para tomarle un mechón de pelo que colgaba sobre su hombro y enrrularlo entre sus dedos índice y medio en un gesto más posesivo de lo que le habría gustado- Igual, si sigues así en breve me tendrás como una seda, honey.

-¿Qué es lo que más te tranquiliza, honey? No quiero verte molesta...-se inclinó sobre su cuello casi ronroneando... Sí, volvía a cambiarle el humor de la mismísima nada-¿Qué fue lo que te molestó tanto? Please, tell me-mordió suavemente su cuello.