Borrachera pirata

- ¡A él! ¡A él, a él y a él! - Grité señalando un poste, un faro de luz y... Sí! Una persona! - ¡Ataca Lys! Y más le vale a lo que sea eso que se una a mi tripulación! Yo-Hohohohoho! - Ordené y bebí un buen trago de la botella.
- Y si es un hombre, ¡Mátalo! - Agregué. - No quiero bastardos en mi tripulación. - Expliqué desviando la vista hacia una tienda... Algo brillaba. - ¡Quiero eso! - Exclamé entusiasmada viendo una piedra solamente decorativa en el suelo de una vidriera de una tienda de ropa.

Golpeé a un hombre que caminaba. Lo tomé sorprendido desde atrás y lo golpeé fuertemente en la cara. Luego pateé su rodilla y se dio de lleno contra el piso. Aproveché eso reiteradas veces hasta que noté que Zire no estaba.

-¡Capitanaaaaa!-grité hasta que la vi cerca de una vidriera.-RON-exigí y tomé una botella.

-Quiero...-escuché que decía mi capitana y entré a la tienda. Sus deseos eran ordenes para mi.

Poco después de mi reclamo la puerta de vidrio del local estaba hecha añicos y las dos pobres vendedoras que minutos antes se preparaban a cerrar temblaban aterradas tras el mostrador. Lys... Era una buena tripulante, tal vez debería considerarla como mi mano derecha....
Entré riendo a carcajadas al local y tomé la pequeña piedra que antes había visto.
- Lys, mira ¡Brilla! Y vacía la caja registradora. - Exclamé emocionada ante el resplandor de la piedra y ordené recordando que todo local tiene dinero en la caja.

Después de entrar a la fuerza y aterrorizar al escaso personal sonreí contenta al ver la satisfacción en el rostro de mi capitana. ''Oh, si... Trabajos bien hechos... golpear, robar, intimidar...''

Rápidamente agarré todo el dinero y se lo entregué a Zire.

-Aquí tiene, ¿qué más desea?-le pregunté felizmente esperando un poco más de diversión, pero entonces mis ojos cayeron en una prenda preciosa.-Me la pruebo...-comenté mientras me sacaba el uniforme y me colocaba aquella ropa de cuero.-¡Me encanta!

- Jajaja muy bien, muy bien. Intimidante y sexy, buena combinación! - Aprobé contenta sus nuevas ropas mientras contaba el dinero con números imaginarios. - Ahora es mi turno! - Exclamé terminando otra botella de alcohol que terminó en el suelo uniéndose a los pedazos de la puerta rota. En poco tiempo, la mayoría de las prendas del local se encontraban desparramadas por todos lados, excepto un pantalón y una remera que tenía en mis manos pero... - Hey! - Exclamé dándome vuelta encarando a las inmóviles vendedoras. - Quiero un cinturón y que sea ancho. - Pedí mientras abría una nueva botella. Al instante tuve varios modelos frente a mi y agarrando uno me interné en el probador mas cercano.
- Yey! Ahora sí soy un pirata! - Exclamé saliendo con unos pantalones ajustados y una remera blanca, larga y holgada de mangas anchas con el cinturón por sobre ella.
- Lys! A asaltar gente! - Grité mientras salía corriendo por la puerta con la botella de alcohol en mano. - Las joyas, el oro, todo su esplendor, sólo es para mí. Brindemos ¡Yo-Ho! -

-Si, capitana.-le dije mientras seguía y agarraba una de las botellas que ella me daba mientras corríamos por la ciudad. Pasamos por diferentes tiendas y a todas saquemos.

-Capitana!-la llamé al ver un barco.-Enemigos, capitana... ENEMIGOS ¿Cómo debemos actuar?-le pregunté y sin esperar su respuesta golpeé a la primera persona que se acercó.-Oh, imbécil... ¿Quién quiere mandar en nuestro territorio? ¿Quién?-le demandaba mientras lo tiraba al piso y agarraba su cabeza y la presionaba contra el suelo.-¿Quién?