Despertando en la orilla

Abrió los ojos pesadamente... Lo último que recordaba era el rostro de su agresor observándolo desde su altura, él en el suelo de tierra desangrándose.
Se levantó en sus cuatro patas intentando reconocer algo de donde se encontraba, el agua corriendo a su ritmo a su lado.
Se sorprendió más al no sentir el dolor punzante en su hombro ni en su lomo. ¿Qué demonios había sucedido? Rugió esperando una respuesta a su alrededor y lo único que consiguió fue apartar una bandada de pájaros.
Se acercó al agua que caía en un estruendo de la cascada... Esa debía ser la famosa cascada milagrosa que curaba todas las heridas... Sin embargo seguía sin saber cómo había llegado allí.
Decidió sumergirse en ella para probar sus famosos rumores y en cuanto el agua toco su pelaje se sintió más relajado y revitalizado.
Nadó a la otra orilla y se sacudió el agua en su cuerpo... Cómo había llegado allí... No podía ser que él lo hubiese traído ¿Verdad?
Suspiró, lo importante era que se había salvado... Y que había perdido su ropa en la pelea... Ahora debería hacer algo... Tenía que ir al pueblo a buscar algo de ropa pero... En su forma felina no conseguiría más que espantar a la gente.
Exhaló aire por la nariz resignado y se recostó sobre una piedra para tomar sol y secarse, estaba cayendo la tarde.

Había interrumpido su reposo frunciendo el ceño por olor a sangre. Se había levantado sólo de los cuartos delanteros para mirar a su alrededor en busca de lo que traía aquel aroma. Provenía del límite del bosque, pero no necesitó preguntárselo mucho más porque la vio correr y pasar por delante de él hacia el agua. Definitivamente se encontraba en la cascada milagrosa y su hipótesis era cierta.
La observó con atención, quizás esa chica podría ayudarlo a conseguir algo de ropa, por sus orejas y su cola, visible en el agua cristalina supo que era uno de ellos, pero no tenía seguridad de hasta qué punto podría comprenderlo.
Consideró que era poco caballeroso tomar su forma humana, sin ropa, delante de la joven, podía ofenderse y no era su idea. Se levantó y saltó de la piedra dónde estaba tomando sol y aterrizo grácilmente en la tierra, se acercó a la orilla y buscó contacto visual.
"Y yo soy Grey" Intentó hacerle entender con sus ojos azules, dependía de su nivel de sincronización y conexión con la naturaleza entenderlo o no.

Enmudeció al observarle observandola... sus ojos la miraban fijamente por lo que por un momento sobresalto para sus adentros, en sus ojos una incomprensión quebró a la debil mascara en el fruncir leve de sus cejas, luego retiro la mirada avergonzada de haberse vuelto transparente..
La actitud de aquel ser silenciosa e inquisidora a su vez desbordó la debilidad de ella para intrigantemente fortalecerla, sonrió entonces y volvio nuevamente sus ojos a los azules.
-Al parecer me escuchaste, pero me pregunto por que yo no a ti... ni un gruñido, nada, de tu parte- salió del agua y comenzó a rodearlo sutilmente estudiandolo..
- A ver muchachito escondido - se burló finalmente -traeme algo para comer, no te sera dificil cazarme un delicioso ciervo- para luego acentuar su broma frotandole la cabeza peluda.
-Prometo compensarte con lo que necesites- atinó a decir finalmente, mientras se agachaba frente a el mirandolo amistosamente a los ojos, pero sin dejar de mantener la postura un tanto fanfarrona pero honesta. Su expresar cerró su ciclo con una sonrisa.

Levantó las cejas -o eso intentó- ¿Pretendía acaso que cazara para ella?
Lo pensó unos segundos, aquella no era su forma de trabajar, no era de negociar sino más bien de convencer a la gente para que le diese lo que necesitaba sin ofrecer nada a cambio. Sin embargo ella parecía no comprenderlo.
Además estaba el pequeño detalle de que él estaba hambriento también, sus colmillos se habían clavado en carne fresca no muchas horas antes y su cuerpo de cazador le pedía devorar una presa rápido.
Mientras pensaba si aceptar el trato o no su cola se mecía de un lado a otro. Volvió a intentar captar su atención con la mirada.
"¿Un ciervo? Es un trato" pretendió decirle y se dio la vuelta.
Se acercó al límite con el bosque agudizando todos sus sentidos y se lanzó en una carrera a su interior.

Antes de que se marchara ella pareció percibir dentro de el unas palabras, una voz, ¿ella podia llegar a escuchar a una bestia? aquello le subio el ego hasta por encima de su aura, sonrió complacida, la proxima vez prestaria aún más atención, y así, hasta poder comprenderle perfectamente...
Observo la corrida veloz de la criatura temida, para luego cruzarse con un viejo amigo...el arbol parecia percibirla con un aura distinta, ¿estaba triste?, ella intentó ignorar el llanto en sus hojas devolviendo la vista hacia un costado.. Ya no era la misma, y jamás lo seria... "¡Jamás!"
Se sentó entonces en la roca que anteriormente permanecia recostado el temido, sí, así ella lo llamaria, en forma de burla.
Para su sorpresa el temido minutos despues ya volvia arrazando con todo, la victima en su lomo muerta, restos de sangre comprometieron al bosque, volviendolo complice de aquel acto. "¡Como si alguien fuera a juzgarlo! ¡Ja!" observó al temido y le sonrió a modo de agradecimiento, preguntandose luego como se suponia que comeria aquella cosa...

El bosque era su elemento, no necesitó mucho tiempo para encontrar un grupo de ciervos distraídos y cazar uno fue realmente fácil. Creía en la naturaleza y sabía que no era una asesino por atacar a uno de esos animales, en algún momento él moriría y sería comida para otros... De todas formas él era un asesino por otras razones...
Con la sangre corriendo por su hocico y el peaje blanco manchado de rojo llevó la presa a la orilla del río dejándola caer a su lado. Apenas se deshizo del animal muerto saltó al agua para lavarse la sangre.
Allí en el agua cristalina tuvo una idea.
No lo pensó mucho más tomando su forma humana, su cabello blanco platinado y sus ojos celestes casi turquesa, se veían aún sus orejas felinas en su cabeza. Esbozó una amplia sonrisa y se apoyó en la orilla confiando en que, desde ese ángulo, no vería por completo su cuerpo desnudo.
-Traje el ciervo, ahora es tu turno de darme lo que quiero...-la observó con confianza desde su puesto.

-¿No me has dejado nada? Qué poca consideración, "Alice"-probó su nombre mientras examinaba los huesos del ciervo y se inclinaba para tomar una costilla que aún tenía algo de carne ensangrentada, no le molestaba comer la carne cruda de la misma forma que lo hacía como fiera-Por lo menos ahora podré ir a comer algo de verdad a la ciudad. Hay una cerca ¿No es así?-roía el hueso en búsqueda de aprovecharlo lo mejor posible mientras miraba sus ropas empapadas que se adherían de forma molesta a su cuerpo, le quedaban algo chicas además pero no iba a quejarse, ya conseguiría por sí mismo algo mejor. Dejó caer el hueso sobre el resto del animal y recién en ese momento se dignó a estudiar a la joven híbrida de largo cabello... Su difunta hermana solía llevarlo igual. Suspiró intentando no pensar en eso de nuevo y la miró a los ojos-Supongo que antes no me entendiste: Mi nombre es Grey

"Descúbrelo por tí mismo". Era una persona bastante seca, su respuesta y su forma de darle la ropa le daba esa idea, suspiró, seguramente no era de confiar en la gente, incluso cuando él solía ser tan confiable.
-¿Piensas acompañarme?-inquirió sin entender mientras la veía alejarse-Francamente estoy algo perdido... Aunque no me molesta, no sé cómo llegué aquí y creo que no fuiste tu la que me trajo si eres incapaz de cargar un ciervo-esbozó una media sonrisa y la alcanzó caminando con tranquilidad.

Spoiler:

La siguió sin protestar, en realidad no tenía otra cosa para hacer y si lo estaba llevando a la ciudad era algo bueno porque le ahorraría el trabajo de buscarla él mismo.
Correr era algo que disfrutaba así que tampoco se quejó, siguiéndola a través del bosque, los troncos de los árboles pasando a su lado, las ramas quebrándose a sus pies, los animales alejándose espantados. Tenía que admitirlo, ella era más veloz, seguramente se debía a su naturaleza híbrida y a que era más pequeña que él, por lo tanto menos pesada.
Iba a detenerse al llegar al pueblo pero siguió corriendo para no quedarse atrás, escuchando atento cómo la respiración de la chica se desbocaba por el cansancio, no irían mucho más lejos así.
Tal cómo había pensado la joven cayó a su lado y el se detuvo unos pasos más adelante.
-¿Te encuentras bien?-preguntó sin real interés, más bien por cortesía.

Spoiler:

Sonrió ante la mirada tan fija, le gustaba que lo miraran a los ojos, sentía que a través de ella podía controlar sin dificultad al resto.
-No me gustan demasiado las ciudades en general, no es algo particular de ésta...-su sonrisa se borró un poco, sólo un poco al pensar en su derrota-Me atacaron mientras descansaba en el bosque y quedé inconsciente y con... ciertas heridas... No recuerdo cómo llegué hasta la cascada, ni quién me trajo-se encogió de hombros y levantó una ceja sin apartar sus ojos celestes de ella- ¿Y qué hay de tí, Alice? También estabas llena de sangre...

Spoiler:

Levantó una ceja, le estaba mintiendo, no confiaba en él. Estaba seguro que había visto heridas en su piel cuando corría hacia el agua de la cascada... Además ¿Para qué iba a sumergirse en el agua si no estaba herida?
Preguntando sólo haría que desconfiara más en él, suspiró resignado, debía seguirle el juego.
-Las criaturas son salvajes por naturaleza, y la naturaleza es más sabia que todas las cosas... Aunque entiendo que no es común que la gente pelee brutalmente sin ninguna razón...-pensó en la pelea que había tenido, parecía hacia semanas ya a pesar de haber sido esa misma mañana, no había entendido los objetivos de su atacante pero sabía que había tenido una razón. Y él se había defendido, sí, podría haberse alejado corriendo y escapado, pero esa no era la forma en la que él hacía las cosas; él era una de esas criaturas salvajes, con el orgullo algo herido por la derrota, pero no dejaba de serlo.

"No deseo seguirte" pensó en respuesta con una sonrisa pero la siguió de todas maneras.
-¿Qué ibas a preguntarme?-la alcanzó con rapidez ya que tenía piernas más largas-¿Y a qué clase de lugar quieres ir?-no sabía en realidad porque la estaba siguiendo, quizás sólo por el placer de ver si podía controlarla.

Reconoció la sabiduría de su planteo pero no borró la media sonrisa de su rostro
-¿Y qué es aquello que no conoces?-dijo casi en un susurro, casi un pensamiento-¿Qué quieres saber de mi? O más bien ¿Qué puedo contarte? Ya me has visto, soy como tú, un híbrido... Un viajero sin rumbo fijo que prefiere la naturaleza al bullicio de las concentraciones de gente... -pensó en algo que pudiera contarle que captara su atención pero no encontró nada. Llevó las manos a su nuca caminando despreocupado sonriendo para sus adentros-Estoy seguro que una joven tan fresca como tú es mucho más interesante que un hombre solitario como yo ¿Verdad?-elogiándola quizás consiguiera algo, dominar a la gente por diversión era un mal hábito.

La siguió sin comprender qué la había hecho empezar a dar saltos y vueltas...Levantó las cejas al verla subirse al auto y empezar a bailar al ritmo de la música.
-Hey... Alice... -no le gustaba llamar la atención de mucha gente-¿Qué te sucede?

La miró sin entender. ¿Sería capaz de dominar una mente que parecía tan desequilibrada? Aquellos cambios de humor abruptos, la forma en la que se dirigía a él a veces con desdén, otras con educación... Y ahora lo estaba desafiando a...
-¿Sorprenderte? ¿Yo a ti?-no pudo evitar una pequeña risa de incredulidad, era demasiado ridículo-¿Para qué quieres que lo haga?-En ningún momento él le había pedido que lo sorprendiera.. Por cierto ¿Lo había hecho realmente?