Despertando en la orilla

-¿Por qué no lo querria? ¿Por qué crees que ando cercana a ti? ¿por qué me gustas?- una estridente carcajada quebró todo posible eco de delicadeza. -Anda, enseñame lo que tienes, por que veras el tiempo esta para algo... (por si no lo sabias) tu brindas, yo brindo y así ¿entiendes? yo te brinde un instinto, ahora tu, anda...- lo apresuró sin dar más vueltas.

"Porque estás loca" pensó con acidez un momento y suspiró. ¿Sorprenderla? No se le ocurría realmente ninguna forma de hacerlo...
-Niña, no soy una persona sorprenderte ¿Entiendes? No vivo para otros... No vivo por nadie, si quieres que lo haga dime exáctamente qué es lo que debo hacer-habló más serio, no podía ser más delicado con ella. No la comprendía.

Comprendió que el destino volvió a burlarse de ella, por lo que miro una mirada fulminadora al cielo maldicidendo el momento en que se encontró con persona tan aburrida. -Agh- expresó asperamente y eso fue lo ultimo que se le escuchó decir, ya que volteó resueltamente marchandose. "Esto nisiquiera fue un comienzo" se lamentó para sus adentros, dando por terminada la circunstancia.

Observó a la chica alejarse y suspiró resignado. ¿Qué era lo que había pasado?
Sólo se había quedado con un nombre: Alice. Ah... Y ropa mojada.
Se llevó una mano al cabello para correrlo hacia atrás pensando qué hacer, ya era casi de noche y no había almorzado nada... Quizás debía ir a buscar un lugar donde le cambiasen sus ropas y donde pudiese engañar a alguien para que lo alimentase. Otra opción era simplemente salir a cazar... Ya vería qué hacer, por el momento se puso a caminar sin rumbo fijo.