Curando nuestras heridas
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Curando nuestras heridas
Tardamos dos días en llegar al Bosque Legendario.
Había curado nuestras heridas agotando las plantas que tenía, pero había logrado mejorar nuestra condición para soportar el viaje. Durante todo el viaje estuve pensando en lo que había ocurrido en el Castillo Abandonado y había llegado a la conclusión de que existía una única posibilidad: alucinaciones.
Tanto el Bosque Tenebroso como el Castillo Abandonado son conocidos como los mejores lugares para encontrar plantas alucinógenas. Suponiendo que efectivamente dichas plantas liberaran sus vapores alucinógenos a la noche, se explicaría completamente que la gente actuara de dicha forma al verse expuesta a una gran concentración de alucinógenos. Esa era una explicación muy posible. “Tal vez deberíamos volver alguna vez para confirmar mi teoría.” pensé.
-Shi…- protestó Kuro-nee.-¿Cuánto falta?-me preguntó impaciente.
Volví a observar el mapa.
-Mmm- murmuré y eché un vistazo a la brújula.-Estamos cerca.-le contesté.-Supongo que unas dos horas más y llegamos.
Kuro-nee bufó.
Había curado nuestras heridas agotando las plantas que tenía, pero había logrado mejorar nuestra condición para soportar el viaje. Durante todo el viaje estuve pensando en lo que había ocurrido en el Castillo Abandonado y había llegado a la conclusión de que existía una única posibilidad: alucinaciones.
Tanto el Bosque Tenebroso como el Castillo Abandonado son conocidos como los mejores lugares para encontrar plantas alucinógenas. Suponiendo que efectivamente dichas plantas liberaran sus vapores alucinógenos a la noche, se explicaría completamente que la gente actuara de dicha forma al verse expuesta a una gran concentración de alucinógenos. Esa era una explicación muy posible. “Tal vez deberíamos volver alguna vez para confirmar mi teoría.” pensé.
-Shi…- protestó Kuro-nee.-¿Cuánto falta?-me preguntó impaciente.
Volví a observar el mapa.
-Mmm- murmuré y eché un vistazo a la brújula.-Estamos cerca.-le contesté.-Supongo que unas dos horas más y llegamos.
Kuro-nee bufó.
Shiroi Neko- Mensajes : 43
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Edad : 29
Localización : Buenos Aires, Capital Federal
Re: Curando nuestras heridas
Llevaba poco más de tres días instalada en el bosque. Había pasado una mala noche en una de las aldeas de mala vida perdidas por ahí, en un breve trabajo. Pero esa sencilla noche le había bastado para recordarle porqué prefería el bosque, o mismo cualquier sitio, por sobre esas concentraciones aburridas de gente.
Como fuere, estaba recostada contra la corteza de un viejo árbol, sentada sobre una rama a poco menos de 7 metros de altura, respirando la brisa impregnada de perfumes que conocía bien mientras su mochila colgaba de una rama corta junto a ella. Y así, relajada con los ojos cerrados, fue que su olfato, su más agudo sentido, le trajo algo que no esperaba. Se incorporó levemente, aguzando su oído. Había pasos, muy ligeros y sigilosos, que concordaban con el nuevo aroma en el aire: Felinos.
Se mantuvo en silencio hasta que vio a las dos chicas caminando por entre las plantas y los altísimos árboles, hablando entre sí. Apestaban a hierbas medicinales muy fuertes. Eso significaba que estaban gravemente heridas y se dirigían a la Cascada, que estaba poco más de dos kilómetros adelante. Se sentó en la rama, con las piernas ahora colgando una a cada lado.
-No es seguro de dos gatitas viajen solas en tan malas condiciones, dears- les sonrió con picardía desde donde estaba, mostrando levemente los dientes- Podrían terminar siendo la comida de algo-
No podía estar más lejos de sus planes el comérselas o siquiera atacarlas, sólo estaba muy aburrida como para dejar pasar la oportunidad.
Como fuere, estaba recostada contra la corteza de un viejo árbol, sentada sobre una rama a poco menos de 7 metros de altura, respirando la brisa impregnada de perfumes que conocía bien mientras su mochila colgaba de una rama corta junto a ella. Y así, relajada con los ojos cerrados, fue que su olfato, su más agudo sentido, le trajo algo que no esperaba. Se incorporó levemente, aguzando su oído. Había pasos, muy ligeros y sigilosos, que concordaban con el nuevo aroma en el aire: Felinos.
Se mantuvo en silencio hasta que vio a las dos chicas caminando por entre las plantas y los altísimos árboles, hablando entre sí. Apestaban a hierbas medicinales muy fuertes. Eso significaba que estaban gravemente heridas y se dirigían a la Cascada, que estaba poco más de dos kilómetros adelante. Se sentó en la rama, con las piernas ahora colgando una a cada lado.
-No es seguro de dos gatitas viajen solas en tan malas condiciones, dears- les sonrió con picardía desde donde estaba, mostrando levemente los dientes- Podrían terminar siendo la comida de algo-
No podía estar más lejos de sus planes el comérselas o siquiera atacarlas, sólo estaba muy aburrida como para dejar pasar la oportunidad.
Keyna McAllister- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 03/02/2013
Edad : 37
Re: Curando nuestras heridas
Habíamos estado caminando durante mucho tiempo, estaba cansada y comenzaba a aburrirme. Verde, verde, verde, verde. El bosque era hermoso y los primeros minutos luego de que nos internamos en él me entretuve maravillándome con la gran cantidad y variedad de plantas que tenía, era hermoso. Pero luego de horas comenzaba a cansar. Para colmo Shii decía que aún faltaban como dos horas más. Si continuaba así iba a morir de aburrimiento. Para colmo estaba esforzándome por no quejarme demasiado en voz alta, después de todo, a Sheila le había clavado un cuchillo en una pierna por lo que, aunque no lo demostrara, debería molestarle al caminar.
De pronto Shii, paró en seco haciendo que casi me choque con ella y cuando iba a preguntar que sucedía se escuchó una voz. ¿Éso era una amenaza? Si estuviera en mi forma felina el pelaje de mi lomo se hubiera erizado. Dí un paso al frente poniéndome un poco mas adelante que mi hermana.
- ¿Eso se supone que es una amenaza? - Pregunté despectiva apoyando mis puños en los costados de mi cadera hacia la chica que nos había hablado desde un árbol. - No estamos tan mal como para no poder defendernos solas como siempre. - Protesté dando un bufido al acabar la frase. Pero al aspirar aire de nuevo olí algo que no me gusto.
- Shii... creo que es un perro... - Murmuré por lo bajo hacia mi hermana acercándome 'disimuladamente' hacia ella.
De pronto Shii, paró en seco haciendo que casi me choque con ella y cuando iba a preguntar que sucedía se escuchó una voz. ¿Éso era una amenaza? Si estuviera en mi forma felina el pelaje de mi lomo se hubiera erizado. Dí un paso al frente poniéndome un poco mas adelante que mi hermana.
- ¿Eso se supone que es una amenaza? - Pregunté despectiva apoyando mis puños en los costados de mi cadera hacia la chica que nos había hablado desde un árbol. - No estamos tan mal como para no poder defendernos solas como siempre. - Protesté dando un bufido al acabar la frase. Pero al aspirar aire de nuevo olí algo que no me gusto.
- Shii... creo que es un perro... - Murmuré por lo bajo hacia mi hermana acercándome 'disimuladamente' hacia ella.
Kuro Neko- Mensajes : 48
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Curando nuestras heridas
Miré fijamnete a la chica que se encontraba sobre la rama del árbol. Se recostaba cómodamente mirándonos detenidamente con sus ojos verde bosque. Efectivamente Kuro-nee tenía razón, olía a un híbrido canino. Sin embargo, el aroma poseía mayor semejanza con la de un lobo que un perro.
-Como dijo ya mi hermana, estamos perfectamente bien solas. –sonreí engreídamente a pesar de no estar completamente segura de ello. Una cosa era luchar cuando nos encontrábamos en perfectas o casi perfectas condiciones. Otra cosa, era luchar estando lastimadas como lo estábamos y, encima, contra un híbrido lobo – Pero tranquila…-continué confiadamente-Es un error muy común creernos pequeñas gatitas indefensas incapaz de cuidarse por sí mismas.- le contesté notando que Kyriene se acercaba aún más a mí. – Dime, ¿qué trae a una híbrida lobo, si no me equivoco, por aquí?
-Como dijo ya mi hermana, estamos perfectamente bien solas. –sonreí engreídamente a pesar de no estar completamente segura de ello. Una cosa era luchar cuando nos encontrábamos en perfectas o casi perfectas condiciones. Otra cosa, era luchar estando lastimadas como lo estábamos y, encima, contra un híbrido lobo – Pero tranquila…-continué confiadamente-Es un error muy común creernos pequeñas gatitas indefensas incapaz de cuidarse por sí mismas.- le contesté notando que Kyriene se acercaba aún más a mí. – Dime, ¿qué trae a una híbrida lobo, si no me equivoco, por aquí?
Shiroi Neko- Mensajes : 43
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Edad : 29
Localización : Buenos Aires, Capital Federal
Re: Curando nuestras heridas
'Extraño que dos felinos estén tan apegados' pensó, la sonrisa todavía grabada en su rostro.
-Ah, no me mal entiendan, sweeties, no es mi intención amenazarlas ni nada semejante, sólo soy un alma curiosa- comentó, divertida- Además, ya almorcé hoy- agregó a modo de broma, bajándose de la rama del árbol y aterrizando a poco más de un metro del curioso par.
- By the way, no había puesto en tela de duda su capacidad de defenderse por su especie- las examinó con la vista con mayor atención- Y no estaba equivocada, lo dije basándome en lo malheridas que están. Hay cosas desagradables en este bosque y lo sé porque paso mucho tiempo aquí- levantó la vista, respondiendo el desafío de la mirada de la peli-blanca.
-Supongo que no soy la única con buen olfato- se rió un poco- Y hablando de eso, snowflake, te sangra la pierna- señaló con un dedo de forma despreocupada a la chica a quien se había referido como 'copo de nieve'.
-Ah, no me mal entiendan, sweeties, no es mi intención amenazarlas ni nada semejante, sólo soy un alma curiosa- comentó, divertida- Además, ya almorcé hoy- agregó a modo de broma, bajándose de la rama del árbol y aterrizando a poco más de un metro del curioso par.
- By the way, no había puesto en tela de duda su capacidad de defenderse por su especie- las examinó con la vista con mayor atención- Y no estaba equivocada, lo dije basándome en lo malheridas que están. Hay cosas desagradables en este bosque y lo sé porque paso mucho tiempo aquí- levantó la vista, respondiendo el desafío de la mirada de la peli-blanca.
-Supongo que no soy la única con buen olfato- se rió un poco- Y hablando de eso, snowflake, te sangra la pierna- señaló con un dedo de forma despreocupada a la chica a quien se había referido como 'copo de nieve'.
Keyna McAllister- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 03/02/2013
Edad : 37
Re: Curando nuestras heridas
Efectivamente, mi hermana estaba sangrando, sabía que se debía estar esforzando.
- Shii, ¿No quieres que te cargue? - Pregunté sin muchas esperanzas abrazándole un brazo y olvidándome momentáneamente de la nueva presencia pero recordándola de inmediato.
- Ya sabemos que hay por aquí, el libro de Shii lo dice todo. - Protesté girando la cabeza para encarar a la ojiverde con los cachetes inflados. - Y sea lo que sea que haya no es nada de lo que no pueda encargarme así como estoy ahora. ¡No subestimes los cuidados de Shii! - Excalmé molesta. Era cierto, no me dolía nada excepto mi muñeca, pero sólo cuando la movía; y el resto de las heridas sólo si ejercía mucha presión sobre ellas pero no era ninguna dolencia insoportable.
- Shii... vayámonos. - Pedí en voz baja. La presencia de esa persona no me gustaba.
- Shii, ¿No quieres que te cargue? - Pregunté sin muchas esperanzas abrazándole un brazo y olvidándome momentáneamente de la nueva presencia pero recordándola de inmediato.
- Ya sabemos que hay por aquí, el libro de Shii lo dice todo. - Protesté girando la cabeza para encarar a la ojiverde con los cachetes inflados. - Y sea lo que sea que haya no es nada de lo que no pueda encargarme así como estoy ahora. ¡No subestimes los cuidados de Shii! - Excalmé molesta. Era cierto, no me dolía nada excepto mi muñeca, pero sólo cuando la movía; y el resto de las heridas sólo si ejercía mucha presión sobre ellas pero no era ninguna dolencia insoportable.
- Shii... vayámonos. - Pedí en voz baja. La presencia de esa persona no me gustaba.
Kuro Neko- Mensajes : 48
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Curando nuestras heridas
"Me agrada esta chica..." pensé para mí misma, aunque la duda no salía de mi mente. No sé veía realmente como alguien que quisiera atacarnos. Además, si realmente lo hubiera querido, no se hubiera mostrado así.
-Ven con nosotras.-le propuse. Y Kuro-nee me miró enfadada.
-Pero Shi… ¡Ni siquiera la conocemos!- protestó mientras agarraba mi brazo.
-Lo sé…-le dije- pero… creo que nos podría ser de utilidad.-argumenté y vi cómo la chica lobo inclinaba la cabeza llena de diversión y curiosidad.-Y dime… ¿cómo te llamas? ¿Puede ser que estés interesada en un trabajo como guardaespaldas? Podemos pagarte. Solo tienes que acompañarnos dos semanas.
-Shii-volvió a protestar y acaricié la cabeza de mi hermana guiñándole el ojo de forma que la desconocida no pudiera verlo.
-Nos conviene…- le dije. “Espero que me haya entendido. Después podría explicarle todo.” pensé y miré nuevamente a la chica lobo.
-Ven con nosotras.-le propuse. Y Kuro-nee me miró enfadada.
-Pero Shi… ¡Ni siquiera la conocemos!- protestó mientras agarraba mi brazo.
-Lo sé…-le dije- pero… creo que nos podría ser de utilidad.-argumenté y vi cómo la chica lobo inclinaba la cabeza llena de diversión y curiosidad.-Y dime… ¿cómo te llamas? ¿Puede ser que estés interesada en un trabajo como guardaespaldas? Podemos pagarte. Solo tienes que acompañarnos dos semanas.
-Shii-volvió a protestar y acaricié la cabeza de mi hermana guiñándole el ojo de forma que la desconocida no pudiera verlo.
-Nos conviene…- le dije. “Espero que me haya entendido. Después podría explicarle todo.” pensé y miré nuevamente a la chica lobo.
Shiroi Neko- Mensajes : 43
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Edad : 29
Localización : Buenos Aires, Capital Federal
Re: Curando nuestras heridas
Silbó en un falso y divertido gesto de admiración para luego reírse.
-¿No tenías carácter, verdad kitty?- preguntó, sarcástica y divertida- Keyna McAllister, at your servise miss- hizo una jocosa reverencia, exagerada- Diría que atiendas esa pierna tuya antes de hablar de negocios. Tu hermana está bastante preocupada. Si me lo permites, puedo suturarla por ti. Prometo que no te quedará ni una marca- le sonrió confianzuda, mostrando levemente los colmillos.
Tomó un piedrita del suelo y con ella derribó su mochila de donde estaba, atrapándola sin siquiera mirar. Hurgó dentro de ella hasta dar con aguja e hilo. -Sé que llevas varias plantas contigo, sweetheart, será mejor que tomes un par de hojas de las que usas para desinfectar y que frotes algún sedante en tu pierna- la invitó a sentarse con un gesto contra la corteza del árbol. Ante la desconfianza de las otras dos, alzó los hombros -Te doy mi palabra de lobo que no planeo hacerles nada; si quisiese, ya lo habría hecho. Y ese corte en tu pierna se seguirá reabriendo todo el trayecto hasta la cascada si no lo coses-
-¿No tenías carácter, verdad kitty?- preguntó, sarcástica y divertida- Keyna McAllister, at your servise miss- hizo una jocosa reverencia, exagerada- Diría que atiendas esa pierna tuya antes de hablar de negocios. Tu hermana está bastante preocupada. Si me lo permites, puedo suturarla por ti. Prometo que no te quedará ni una marca- le sonrió confianzuda, mostrando levemente los colmillos.
Tomó un piedrita del suelo y con ella derribó su mochila de donde estaba, atrapándola sin siquiera mirar. Hurgó dentro de ella hasta dar con aguja e hilo. -Sé que llevas varias plantas contigo, sweetheart, será mejor que tomes un par de hojas de las que usas para desinfectar y que frotes algún sedante en tu pierna- la invitó a sentarse con un gesto contra la corteza del árbol. Ante la desconfianza de las otras dos, alzó los hombros -Te doy mi palabra de lobo que no planeo hacerles nada; si quisiese, ya lo habría hecho. Y ese corte en tu pierna se seguirá reabriendo todo el trayecto hasta la cascada si no lo coses-
Última edición por Keyna McAllister el Lun Feb 04, 2013 10:45 pm, editado 2 veces (Razón : Faltaba un renglón ¬3¬)
Keyna McAllister- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 03/02/2013
Edad : 37
Re: Curando nuestras heridas
Me paré bruscamente extendiendo mis brazos entre mi hermana y la desconocida ante su ofrecimiento. - ¡Ni se te ocurra poner un sólo dedo sobre mi hermana! - Exclamé mirándola con furia y desconfianza.
- De todos modos lo que ofreces no es necesario una vez lleguemos a la cascada para lo que no nos falta mucho y si mi hermana no puede caminar hasta allí yo puedo llevarla a cuestas. Así que NO, GRACIAS. - Finalicé tomando a mi hermana de una mano con intenciones de arrastrarla conmigo lejos de aquella chica.
Si pensaba que iba a dejar que un completo desconocido tocara a mi hermana estaba muy equivocada. ¡Y menos con una aguja! Podría estar infectada, tener veneno o algún tipo de droga o sustancia extraña. No. Nunca. Y Menos un perro... o lobo o lo que fuera. No un canino!
- Shii, si no quieres que te lleve avisa cuando quieras descansar. - Dije seria sin quitar la vista de la ojiverde mientras nos alejábamos.
- De todos modos lo que ofreces no es necesario una vez lleguemos a la cascada para lo que no nos falta mucho y si mi hermana no puede caminar hasta allí yo puedo llevarla a cuestas. Así que NO, GRACIAS. - Finalicé tomando a mi hermana de una mano con intenciones de arrastrarla conmigo lejos de aquella chica.
Si pensaba que iba a dejar que un completo desconocido tocara a mi hermana estaba muy equivocada. ¡Y menos con una aguja! Podría estar infectada, tener veneno o algún tipo de droga o sustancia extraña. No. Nunca. Y Menos un perro... o lobo o lo que fuera. No un canino!
- Shii, si no quieres que te lleve avisa cuando quieras descansar. - Dije seria sin quitar la vista de la ojiverde mientras nos alejábamos.
Kuro Neko- Mensajes : 48
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Curando nuestras heridas
Suspiré.
-Mi perna está bien.-comenté y caminé siguiendo a Kuro-nee.-No está rota, solo sangra. Aunque ya no tanto gracias a mis hierbas.-agregué y me detuve mirando de reojo a la tal Keyna.
-Nosotras tenemos que dirigirnos ahora a la Cascada Milagrosa. Son solo dos horas más de viaje. Quiero curar la muñeca de mi hermana pronto y también mi pierna y otras heridas más que tenemos. Si quieres tu trabajo como guardaespaldas síguenos, pero mantente un poco alejada de ella.-le indiqué señalando a mi hermana.-Me gustaría que aceptaras trabajar para nosotras. Nos sería más fácil realizar nuestro trabajo.
Volví a caminar siendo medio arrastrada por mi hermana que refunfuñaba por lo bajo.
-¡Ah! Cierto… Llámame sólo Shiroi Neko.
-Mi perna está bien.-comenté y caminé siguiendo a Kuro-nee.-No está rota, solo sangra. Aunque ya no tanto gracias a mis hierbas.-agregué y me detuve mirando de reojo a la tal Keyna.
-Nosotras tenemos que dirigirnos ahora a la Cascada Milagrosa. Son solo dos horas más de viaje. Quiero curar la muñeca de mi hermana pronto y también mi pierna y otras heridas más que tenemos. Si quieres tu trabajo como guardaespaldas síguenos, pero mantente un poco alejada de ella.-le indiqué señalando a mi hermana.-Me gustaría que aceptaras trabajar para nosotras. Nos sería más fácil realizar nuestro trabajo.
Volví a caminar siendo medio arrastrada por mi hermana que refunfuñaba por lo bajo.
-¡Ah! Cierto… Llámame sólo Shiroi Neko.
Shiroi Neko- Mensajes : 43
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Edad : 29
Localización : Buenos Aires, Capital Federal
Re: Curando nuestras heridas
Le costó evitar estallar a carcajadas ante la reacción de la menor de las hermanas. Como si con ese gesto pudiese evitar algo. Y la otra, que se mantenía firme y soberbia aunque a duras penas podía apoyar la pierna, haciéndose la fuerte por el bien de aquella con cabello negro. Ese era un sentimiento que entendía; ella también había tenido hermanos menores alguna vez.
-Vaya par...- comentó, incapaz de contenerse y guardando todo de nuevo. Las siguió, manteniendo el metro de distancia- Es un placer, miss Shiroi- se rió levemente- Lo mismo para ti, Blacky- agregó, mirando a la morocha.
-Hablaremos del trabajo cuando lleguen a la Cascada... ¿Sabes? En realidad, el único problema con tu pierna sangrante...- desvió la vista a una sombra que andaba arrastrándose entre los arbustos- Es que atrae a criaturas indeseables...- añadió con cierto tono oscuro, afilando los ojos y aguzando el oído. -Les gusta la carne de oso?- preguntó a modo que sonara totalmente desubicado pero en realidad advirtiendo un posible ataque de dicha criatura. -Si quieren llegar más rápido, puedo ofrecerles mi lomo- agregó, divertida, como queriendo cambiar el tema. La criatura se estaba manteniendo a raya por su presencia.
Era ley natural que se respetase al predador más fuerte, en este caso ella, pero el hambre llevaba a la desesperación. Se quedaría atenta a la criatura por el momento.
-Vaya par...- comentó, incapaz de contenerse y guardando todo de nuevo. Las siguió, manteniendo el metro de distancia- Es un placer, miss Shiroi- se rió levemente- Lo mismo para ti, Blacky- agregó, mirando a la morocha.
-Hablaremos del trabajo cuando lleguen a la Cascada... ¿Sabes? En realidad, el único problema con tu pierna sangrante...- desvió la vista a una sombra que andaba arrastrándose entre los arbustos- Es que atrae a criaturas indeseables...- añadió con cierto tono oscuro, afilando los ojos y aguzando el oído. -Les gusta la carne de oso?- preguntó a modo que sonara totalmente desubicado pero en realidad advirtiendo un posible ataque de dicha criatura. -Si quieren llegar más rápido, puedo ofrecerles mi lomo- agregó, divertida, como queriendo cambiar el tema. La criatura se estaba manteniendo a raya por su presencia.
Era ley natural que se respetase al predador más fuerte, en este caso ella, pero el hambre llevaba a la desesperación. Se quedaría atenta a la criatura por el momento.
Keyna McAllister- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 03/02/2013
Edad : 37
Re: Curando nuestras heridas
"¿¡Blacky!? ¿A quién creía que estaba llamando 'Blacky'?" Protesté silenciosamente mientras continuaba caminando. "Maldita perra desubicada..."
Se alarmó un poco ante lo que mencionó y sacó sus orejas gracias a su transformación media sin dejar de caminar para confirmar lo que había dicho y, efectivamente, había un oso cerca.
Bufó.
- Si nos ataca puedo ganarle sin ningún problema. - "Mientras sea sólo uno..." Rechisté ocultando mi preocupación. De todas formas ya llegaríamos. Esperaba que la cascada se encontrara cerca...
"¿Y quién querría subirse a tu sucio lomo? ... Aunque nunca probé carne de oso... No suena tan mal..." Bufaba en silencio y protestaba en leves murmullos sin dejar de caminar.
Se alarmó un poco ante lo que mencionó y sacó sus orejas gracias a su transformación media sin dejar de caminar para confirmar lo que había dicho y, efectivamente, había un oso cerca.
Bufó.
- Si nos ataca puedo ganarle sin ningún problema. - "Mientras sea sólo uno..." Rechisté ocultando mi preocupación. De todas formas ya llegaríamos. Esperaba que la cascada se encontrara cerca...
"¿Y quién querría subirse a tu sucio lomo? ... Aunque nunca probé carne de oso... No suena tan mal..." Bufaba en silencio y protestaba en leves murmullos sin dejar de caminar.
Kuro Neko- Mensajes : 48
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Curando nuestras heridas
Sonreí mentalmente ante la situación. Me sincronicé al igual que mi hermana y escuché al oso. Se encontraba cerca, pero todavía no daba señales de querer atacar. El olor de mi sangre no era tan fuerte y, además, seguramente notaba nuestro olor animal. Mientras la bestia no estuviera muriéndose de hambre, no nos atacaría. El problema es que a veces los animales son impredecibles. "Sería divertido probarla..." pensé.
-Kuro-nee, no hace falta que pelees, que lo haga Keyna. Así de paso nos muestra sus habilidades. ¿No te parece?-le pregunté y ella bufó mirando a un costado. Volví a sonreír mentalmente. Seguramente en esos momentos mi hermana estaba quejándose de toda esta situación. –Sigamos caminando, Kuro-nee. La cascada está cerca. Mientras, Keyna podría mostrarnos esas habilidades que la hacen hacer tan confiada de sí misma. A veces la arrogancia está bien justificada, ¿no?
-Kuro-nee, no hace falta que pelees, que lo haga Keyna. Así de paso nos muestra sus habilidades. ¿No te parece?-le pregunté y ella bufó mirando a un costado. Volví a sonreír mentalmente. Seguramente en esos momentos mi hermana estaba quejándose de toda esta situación. –Sigamos caminando, Kuro-nee. La cascada está cerca. Mientras, Keyna podría mostrarnos esas habilidades que la hacen hacer tan confiada de sí misma. A veces la arrogancia está bien justificada, ¿no?
Shiroi Neko- Mensajes : 43
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Edad : 29
Localización : Buenos Aires, Capital Federal
Re: Curando nuestras heridas
Evidentemente, la peli-blanca tenía un llano espíritu comerciante. ¿Y la había llamado soberbia? Por su parte, Keyna se sentía bastante respetuosa y humilde, aunque no lo demostrase por su mentalidad despreocupada.
Se rió levemente, alzando los hombros en un gesto casi resignado de 'como gusten' ante el rechazo de su oferta.
-Mientras el oso no ataque, yo no iré a busca...- descarriló al sentir el fuerte ahora que nunca podría olvidar. "¡¿Un Devorador de Carroña?! Hablando de criaturas problemáticas..." maldijo mentalmente mientras de un salto se adelantaba a las chicas y usaba su sincronización media -Te advertí que tu herida llamaría a seres indeseados, snowflake...- alzó la vista y vio las telarañas, uniendo las copas de los árboles en la altura- Fue el oso lo que nos distrajo... Estamos dentro del nido de un Devorador de Carroña... Espero que no le tengan fobia a los arácnidos...- volteó parcialmente para sonreírles.
Fue entonces cuando la enorme araña negra, cuyos pelos eran afiladas cuchillas y su saliva generaba un ácido sumamente corrosivo, intentó sorprenderlas desde el aire, cayéndoles encima. La castaña se le adelantó y saltó, para poder desviar su trayecto, haciéndola golpear fuertemente contra un tronco sin nada de esfuerzo. "Debo darme prisa antes de que se le ocurra escupirnos..." meditó.
-Ustedes dos, cuidado con el ácido. Matenganse lo más lejos que puedan- les indicó, esquivando un golpe con una de las patas del arácnido con un ágil salto.
-Voy a cortarte esa fea cabeza tuya, creepy bastard- canturreó sumamente emocionada, y cayó sentada como si montase un caballo en la unión cabeza-tórax del monstruoso animalejo. Éste intentó quitársela con las patas pero era el punto ciego de su alcance. Tomó con fuerza la cabeza. -Say 'Goodbye', ugly fellow- se sonrió de oreja a oreja, mostrando sus ahora afilados colmillos, arrancándole la cabeza sólo con las manos, quedando empapada en un gelatinoso líquido morado en el proceso.
Se bajó de un salto del cadáver, haciendo la cabeza a un lado como si nada, sacudiéndose la sangre de encima de modo perruno. -Por suerte era todavía joven y no tenía las glándulas ácidas desarrolladas, sino hubiera sido peligroso...- juntó las manos como un gesto de limpiarlas y les sonrió.
-Ahora tengo hambre... Parece que deberé ir detrás del oso después de todo- agregó, mirando hacia atrás donde la criatura todavía estaba, aunque más lejos que antes.
Se rió levemente, alzando los hombros en un gesto casi resignado de 'como gusten' ante el rechazo de su oferta.
-Mientras el oso no ataque, yo no iré a busca...- descarriló al sentir el fuerte ahora que nunca podría olvidar. "¡¿Un Devorador de Carroña?! Hablando de criaturas problemáticas..." maldijo mentalmente mientras de un salto se adelantaba a las chicas y usaba su sincronización media -Te advertí que tu herida llamaría a seres indeseados, snowflake...- alzó la vista y vio las telarañas, uniendo las copas de los árboles en la altura- Fue el oso lo que nos distrajo... Estamos dentro del nido de un Devorador de Carroña... Espero que no le tengan fobia a los arácnidos...- volteó parcialmente para sonreírles.
Fue entonces cuando la enorme araña negra, cuyos pelos eran afiladas cuchillas y su saliva generaba un ácido sumamente corrosivo, intentó sorprenderlas desde el aire, cayéndoles encima. La castaña se le adelantó y saltó, para poder desviar su trayecto, haciéndola golpear fuertemente contra un tronco sin nada de esfuerzo. "Debo darme prisa antes de que se le ocurra escupirnos..." meditó.
-Ustedes dos, cuidado con el ácido. Matenganse lo más lejos que puedan- les indicó, esquivando un golpe con una de las patas del arácnido con un ágil salto.
-Voy a cortarte esa fea cabeza tuya, creepy bastard- canturreó sumamente emocionada, y cayó sentada como si montase un caballo en la unión cabeza-tórax del monstruoso animalejo. Éste intentó quitársela con las patas pero era el punto ciego de su alcance. Tomó con fuerza la cabeza. -Say 'Goodbye', ugly fellow- se sonrió de oreja a oreja, mostrando sus ahora afilados colmillos, arrancándole la cabeza sólo con las manos, quedando empapada en un gelatinoso líquido morado en el proceso.
Se bajó de un salto del cadáver, haciendo la cabeza a un lado como si nada, sacudiéndose la sangre de encima de modo perruno. -Por suerte era todavía joven y no tenía las glándulas ácidas desarrolladas, sino hubiera sido peligroso...- juntó las manos como un gesto de limpiarlas y les sonrió.
-Ahora tengo hambre... Parece que deberé ir detrás del oso después de todo- agregó, mirando hacia atrás donde la criatura todavía estaba, aunque más lejos que antes.
Keyna McAllister- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 03/02/2013
Edad : 37
Re: Curando nuestras heridas
Antes de que la ojiverde lo hubiera advertido yo ya me encontraba arrastrando a Shii lejos de aquel monstruo y ocultándonos tras algunos árboles y plantas. Nunca antes habíamos visto un bicho cómo ese. Tal vez Shii si en alguno de sus libros pero nunca me había comentado nada sobre él. Por lo que simplemente reaccione como mi hermana siempre me decía que haga frente a un peligro desconocido: Esconderse y observar, luego atacar.
Desde nuestro escondite observamos atentamente cada movimiento de la castaña. Era buena, por mas que me pesase tenía que admitirlo, se había encargado de aquella araña de forma impecable. Aparentemente se había ganado la aprobación de Shii, no me gustaba pero no podía hacer nada al respecto. Además parecía que Sheila ya había hecho planes para ella.
"Parece que voy a tener que soportarla durante un tiempo." Pensé haciendo un puchero mientras salíamos de nuestro escondite, yo detrás de Shii.
- ¿Cuánto falta para llegar? - Pregunté ignorando el comentario de la intrusa.
Desde nuestro escondite observamos atentamente cada movimiento de la castaña. Era buena, por mas que me pesase tenía que admitirlo, se había encargado de aquella araña de forma impecable. Aparentemente se había ganado la aprobación de Shii, no me gustaba pero no podía hacer nada al respecto. Además parecía que Sheila ya había hecho planes para ella.
"Parece que voy a tener que soportarla durante un tiempo." Pensé haciendo un puchero mientras salíamos de nuestro escondite, yo detrás de Shii.
- ¿Cuánto falta para llegar? - Pregunté ignorando el comentario de la intrusa.
Kuro Neko- Mensajes : 48
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Curando nuestras heridas
Sonreí. "Esta chica sabe pelear." pensé complacida. Fuerte, ágil… Tal vez un podo descuidada de sí misma, pero el resultado era muy bueno. Eso era innegable. Y no sólo su cuerpo era rápido, sino que también su mente. Había analizado y controlado al oponente rápidamente.
-Sigamos Kuro-nee, si nos entretenemos más no vamos a llegar nunca. Ya no queda prácticamente nada a comparación con lo que caminamos.- contesté a mi hermana. No se me había pasado desapercibido el cambio de actitud en ella. Le iba a costar, pero terminaría acostumbrándose a la chica lobo. –Yo propongo que mates a ese oso si realmente tienes hambre. Nosotras seguiremos nuestro camino.-Sonreí irónicamente- Si extrañas nuestra hermosa presencia ya sabes dónde encontrarnos y qué hacer. Sigamos Kuro-nee.
En este bosque había muy pocas criaturas realmente mortíferas. La que nos habíamos encontrado era uno de ellas. Quedaban otras, pero nosotras podríamos contra ellas. Sin contar que contábamos con las bombas de humo para escapar. Eso taparía nuestro olor animal, además del olor de mi sangre. Si la chica lobo no quería seguirnos, eso no nos afectaría de ninguna forma.
-Sigamos Kuro-nee, si nos entretenemos más no vamos a llegar nunca. Ya no queda prácticamente nada a comparación con lo que caminamos.- contesté a mi hermana. No se me había pasado desapercibido el cambio de actitud en ella. Le iba a costar, pero terminaría acostumbrándose a la chica lobo. –Yo propongo que mates a ese oso si realmente tienes hambre. Nosotras seguiremos nuestro camino.-Sonreí irónicamente- Si extrañas nuestra hermosa presencia ya sabes dónde encontrarnos y qué hacer. Sigamos Kuro-nee.
En este bosque había muy pocas criaturas realmente mortíferas. La que nos habíamos encontrado era uno de ellas. Quedaban otras, pero nosotras podríamos contra ellas. Sin contar que contábamos con las bombas de humo para escapar. Eso taparía nuestro olor animal, además del olor de mi sangre. Si la chica lobo no quería seguirnos, eso no nos afectaría de ninguna forma.
Shiroi Neko- Mensajes : 43
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Edad : 29
Localización : Buenos Aires, Capital Federal
Re: Curando nuestras heridas
Aguzando un poco más los oídos no detectó´más vida que la de las dos felina, el oso y ella misma. El olor putrefacto de la sangre del arácnido había alejado cualquier otra forma de vida por el momento. Y también la empujaba a la castaña a hacer lo mismo, ese asqueroso aroma quemándole las fosas nasales. Les sonrió.
-Entonces, sweeties, las veré en la Cascada... Al parecer será más que entretenido trabajar para ustedes- dicho esto desapareció de su vista entre los arbustos, lo próximo a oír fue el quejido doloroso del salvaje animal al morir y luego silencio, interrumpido por huesos crujiendo y carne desgarrada.
Se incorporó minutos después, enchastrada de sangre en el rostro y al frente de su cuerpo, frotándose la boca con el reverso de la mano aunque eso no ayudase en absoluto. Se sonrió con satisfacción al ver sólo los huesos pelados, resplandeciendo blanquecinos sobre el charco de sangre que solía ser el oso. Con todo lo que había comido, no necesitaría más comida por el resto de la semana, como mínimo.
Se apresuró a seguir el olor de las felinas y dio rápidamente con ellas y el agua, donde estaban sumergiendo sus heridas. -Hello, there~- saludó elevando alegremente una mano, la mochila en la otra para no ensuciarla si la ponía sobre su espalda, y sonriéndoles ampliamente como si nada. -Se las ve mucho mejor ahora- agregó, divertida, al verlas totalmente recuperadas.
-Entonces, sweeties, las veré en la Cascada... Al parecer será más que entretenido trabajar para ustedes- dicho esto desapareció de su vista entre los arbustos, lo próximo a oír fue el quejido doloroso del salvaje animal al morir y luego silencio, interrumpido por huesos crujiendo y carne desgarrada.
Se incorporó minutos después, enchastrada de sangre en el rostro y al frente de su cuerpo, frotándose la boca con el reverso de la mano aunque eso no ayudase en absoluto. Se sonrió con satisfacción al ver sólo los huesos pelados, resplandeciendo blanquecinos sobre el charco de sangre que solía ser el oso. Con todo lo que había comido, no necesitaría más comida por el resto de la semana, como mínimo.
Se apresuró a seguir el olor de las felinas y dio rápidamente con ellas y el agua, donde estaban sumergiendo sus heridas. -Hello, there~- saludó elevando alegremente una mano, la mochila en la otra para no ensuciarla si la ponía sobre su espalda, y sonriéndoles ampliamente como si nada. -Se las ve mucho mejor ahora- agregó, divertida, al verlas totalmente recuperadas.
Keyna McAllister- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 03/02/2013
Edad : 37
Re: Curando nuestras heridas
Continúa en 'Heridas curadas' en la Cascada Milagrosa.
(Yo y mi originalidad en nombres XDD)
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Kuro Neko- Mensajes : 48
Fecha de inscripción : 07/01/2013
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