llegada a la isla

Algunos dicen que los lobos no nadan bien. Quizás fue por eso que Hes debió contratar a un viejo pescador para llevarlo a la Isla. "no volverás, la isla te comerá vivo", dijo el viejo antes de dejarle en la playa. Hes lo miró desafiantemente sin comprender qué quería decir, pero como toda respuesta, el viejo escupió fuera de su barcaza y se marchó. Luego de eso, Hes recordó algo simple. "Pero, cómo voy a poder volver, acá no hay nadie" pero prefirió no pensar en eso por el momento y dedicarse a lo que fue, alejarse del mundo y pensar.
Del fértil suelo, recogió varios frutos que conocía y sabía que no le harían daño. A pesar de ser un ser solitario, nunca había recordado escuchar tan ruidosamente el sonido del silencio. Era una nada molesta, tanto que no le dejó dormir. Bajo su capa traía como siempre su preciado flautín, e interpretó canciones que le recordaban su espíritu de lobo y lo tranquilizaban. Luego de un tiempo, logró dormirse. A la medianoche, inesperadamente, el silencio se cortó, y comenzó a sonar música, no sabía si era otra flauta ( o incluso el recuerdo de la suya) o un violín, pero esa música le sonaba familiar y lo llamaba. "Es imposible, en esta isla no hay nadie" pensó mientras se desperezaba. "El pescador tenía razón, la isla me va a comer, la locura se encargará de eso". Sacó su libreta y anotó sus pensamientos.

A la mañana siguiente, bajó y se puso a revisar la isla, en su forma de lobo, con la que le era más fácil moverse. Sin embargo, cuando llegó a la parte más alejada del continente, notó algo que le llamó considerablemente la atención. Una fogata. llevaba un tiempo ya allí, se notaba por el musgo que la cubría. Pero eso significaba la presencia de otros seres, aunque no necesariamente en ese momento en la isla, ese pensamiento lo tranquilizó un poco. Varias noches pasaron, pero la respuesta de la música lo seguía noche tras noche. ¿Qué pasaba? ¿Habría alguien más en la isla?

Arco, listo. Instrumentos de herbología, listos. Dinero del capitán del banco, robado. Ya tenía todo lo que necesitaba para ir a conseguir hierbas venenosas. Si bien la alquimia es uno de los pasatiempos de Lurenhof, este era un encargo de uno de sus contactos para hacer un venenos que fuera a la vez una "poción milagrosa para el amor". Ah mujeres resentidas, el mejor negocio.
Claramente el trabajo para el no era envenenar al desdichado (y adúltero) marido, siendo que iría en contra de la regla de no-violencia del gremio, sino que lo que debía hacer era recolectar las hierbas de la isla y hacerlas pasar desapercibidas por los guardias de Dashtar. Lo que sería muy fácil no solo porque los guardias de esa ciudad son todos novatos, sino porque por lo menos la mitad estaban sobornados por el gremio y se encargaban de mantener distraídos a la otra mitad.

Descendió en la punta este de la isla con forma de herradura, un lugar hermoso rodeado de aguas cristalinas, y emprendió la caminata para recolectar las hierbas. 7 pétalos de Nerium, tarea fácil si no fuera porque el Nerium tiene un solo pétalo osea que tengo que buscar 7 plantas distintas.
Pasó todo el día buscando la planta sin éxito, así que se decidió a acampar. Armó una fogata, tiró su bolsa de dormir y descansó un buen tiempo. A la mañana siguiente, luego de apagar la fogata, se dedicó a seguir buscando. No muy lejos de donde había acampado encontró 3 brotes. "Maldigo mi suerte" dijo, y empezó a seguir su camino en dirección de donde la vegetación se hacía mas densa. Finalmente había encontrado el séptimo pétalo cuando detectó el aromo inconfundible de un lobo. "¿Lobos aquí? Y pensaba que esto iba a ser aburrido." Pensó, y tomó su arco rápidamente junto con sus flechas. Se quedó quieto para identificar la dirección del olor unos segundos y caminó unos minutos en dirección a el. Luego de unos minutos de caminar agazapado puedo ver a un lobo caminando solo, como si se estuviera hablando a si mismo. Esto no le importó a Lurenhof ya que instintivamente tomo el arco y tiró hacia el corazón del animal.

Caminando tranquilo por la isla, entre arboles y raíces, siento un fuerte golpe en la parte derecha de mi cuerpo. es un impacto fuerte. me caigo. Bajo mi tapado de piel veo una flecha, grande filosa. por suerte no estaba envenenada. apenas me hirió, ya que siempre guardo mis libros bajo el tapado. Pero dañar mis libros, eso no se perdona. Rápidamente vuelvo a mi forma humana, para desconcertar al cazador. katana en mano, trepo a un arbol y espero a la persona que intentó matarme. dejé el tapado negro en el suelo, para parecer un cuerpo tirado. pero él no se acerca, sin embargo, espero...

Lo mas divertido de el arco y la flecha, es que de alguna manera la gente y los animales a los cuales tiras siempre se creen que uno no los ve luego de que les das un flechazo. Resulta extraño que un hombre de aspecto tan poco curtido venga a este tipo de lugares, pero viendo que se acorrala a sí mismo como forma de defensa no presentaba ningún tipo de amenaza. Decidí jugar amistosamente y le grité disimulando que sabía exactamente donde estaba: "Oye cachorrito, pensé que eras un lobo de verdad. Lo siento, si quieres muéstrate y buscaré alguna forma de recompensarte."

Me llamaba, pero preferí no contestar. era un voz seca, áspera. que sería? pero ya llevaba mucho tiempo allí, y quería volver a tierras continentales. Viendo que me gritaba, y por ende me decía donde estaba, pensé que no era peligro, sólo un cazador hambriento. guardé mi espada para demostrar mi pacifismo y bajé. allí, a lo lejos estaba él, un lagarto con su arco en mano, pero no me apuntaba. Le grité que se acercara. Pero no se movió demasiado, así que sacando mi pequeña bolsa de oro, me acerqué. a una distancia suficiente para que me oiga sin gritar, le dije que le compraba una embarcación, si restaba el precio de mi tapado, y mi libro.

Éxito, un negocio completado en cuestión de segundos. Con total habilidad, tomé la bolsa de oro de sus manos sin darle oportunidad a reaccionar y le dije: "Trato hecho, justo se acaba de desocupar un lugar en mi barco."
Lo traje hacia la fogata que había hecho y me tiré sobre un tronco que hacía de banco alrededor del fuego que ya había vuelto a encender. Ni una sola palabra se cruzó entre ambos hasta que preparé la comida. Una lástima este tipo de gente, se pierden de disfrutar la vida.
Cuando ya había tomado confianza para comer, decidí hablarle para ver si podía encontrar alguna oportunidad de negocio. Me hice el desinteresado y le pregunté: "¿Que te trae a esta isla? ¿Algún tesoro?"

Tesoros? jaja, en esta isla no hay más que plantas raras y algún que otro cadáver. Lo que si, te pediré un par de cosas: primero, sois cazador, por lo que no dudo que tengas algún animalito para darme, preferentemente un conejo, quiero su sangre. por otro lado, veo que juntas plantas, por aquí hay unas flores bastante particulares, rosas con puntos azules, si tienes alguna me gustaría que me la des, son para mis perfumes. otro uso no tiene, por otra parte, jaja. y prefiero partir antes que el sol salga, no quiero verlo esperando a salir. esa bolsa tiene dinero suficiente para todo esto y más, asi que no creo que haya inconveniente alguno. al llegar al puerto de Odalya, llévame a una casa de ropa, necesito vestimentas un poco más arregladas que esto (mirando la sucia ropa del lagarto, y ríendose por dentro).

Me cuesta decidirme si este tipo es afeminado o rico... O ambos, no hay diferencia. Sin embargo, paga por todo lo que pide así que no hay problema. No es que me falte dinero siendo el líder de el mejor gremio de ladrones de Odalaya, pero un poco mas nunca hace mal. Eso me recuerda que no conté cuanto me había dado, que ahora que me fijo es bastante.
Por suerte, esas flores que me pide siempre las llevo encima para desorientar a las presas mas difíciles así que le entregué una de mi pequeño bolso de hierbas y me dediqué a preparar la comida.

Ya estaba atardeciendo cuando regresamos a la orilla donde me esperaba quien me trajo a la isla. "Tenemos un invitado, corre a mi cuenta." le dije rápidamente al capitán cuando se alarmó al ver que venia alguien atrás mio y le puse un puñado de monedas en la mano. A pesar de que se notaba que a sus ojos yo era el peor vestido en el barco no se separaba de mí porque sabía que era presa fácil para cualquiera arriba del barco.
Esa noche, en mi camarote, tuve que dormir en una silla porque al señorito no le pareció adecuado darse cuenta de donde estaba. Sin embargo duró poco porque casi cuando estaba por pegar los ojos entraron el capitán y dos hombres mas armados. "¿¡Me tomas por imbécil lagarto!?" dijo el capitán. Antes de responderle, patieé a mi compañero para que se despertase y ahí sí le dije al capitán tratando de hacerme el desentendido "¿De que estas hablando? Aquí somos todos amigos ¿O no?.
Lamentablemente, la burla le cayó mal al capitán quién mandó al frente a los 2 matones que lo acompañaban.

A partír de acá, cedo los 3 piratas a la admin para hacer un combate bélico contra Hespyn y yo.

Aclaración: Los matones 1 y 2 tienen 50 puntos de vida, cada uno, y el Capitán 100, al igual que Hes (100) y Lurenhof (100). Dado empleado: "Dado 2".

Mandé a mis dos matones contra esas asquerosas sabandijas. A mí nadie me robaba mi oro y menos una lagartija insignificante. Mande a mis dos matones contra Lurenhof y Hes para que los mataran. Ambos se dirigieron contra sus oponentes desenvainando sus espadas y con paso fuerte. El matón uno atacó a Hes y el matón dos atacó a Lurenhof.

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#1 'Dado 2' : 10

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#2 'Dado 2' : 4

ahora qué pasa!? grité indignado al ver interrumpido mi sueño. cuando saque mi espada, uno de ellos ya habia arremetido contra mi, y me corto levemente en la parte superior de mi brazo derecho. bueno, ellos empezaron, no hay problema si los mato.

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'Dado 2' : 2

Hes no logró esquivar el ataque del matón. Pierde 13 puntos de vida. Le quedan 87.

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'Dado 2' : 13

El mantón uno rió engreídamente al ver el daño que le había causado al muchacho.
-Pequeñuelo... Gracias a tu amigo, no vas a salir vivo de aquí.-le enseñó los dientes.
Con espada en mano volvió a dirigirse hacia su oponente. Esta vez pensando en cortarle el brazo, así no podría desenvainar su Katana y luchar contra él. El matón uno sonrió. Tenía confianza en que ganaría.

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'Dado 2' : 7

Piensa rápido, sino, perderé la vida. Ya se, si saco la katana puedo vencerlos, pero es lento, y me matarán antes. Pero tengo mis kunais con veneno, si lo golpeo lo suficientemente fuerte, quedará paralizado. casi como un reflejo, tiré la daga hacia mi enemigo.

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'Dado 2' : 8

El matón uno no pudo atacar a Hes y quedó paralizado por culpa de un veneno en la daga que justo le hirió en el pecho.
"Maldición" pensó al ver cómo Hes se acercaba con su Katana en la mano.
-Maldito...-ladró sabiendo que pronto llegaría su fin. Tenía que pensar en alguna forma de escapar. Si era ol suficientemente inteligente, saldría de vida con esto. Sino, moriría irremediablemente.


(Recuerde que se debe acabar primero con los 50 puntos de vida del personaje para poder matarlo. Es su turno. Tire los dados para ver el daño causado en el matón uno)

ahora si, katana en mano, me dirijo a atacar

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'Dado 2' : 19

Maldiciendo la visión de mi enemigo acercándose, le escupí en los ojos, lo que provocó que al atacarme me lastimara solamente el brazo derecho.
"Podría haber sido peor" pensé, pero ya no podría usar la espada. Tendría que recurrir a luchar sin armas.
El efecto del veneno comenzaba a irse, pero aun no podía moverme completamente bien. Decidido a hacer cualquier cosa por matarlo, me tiré sobre él aprovechando que se encontraba limpiandose los ojos. Sonreí.
-Te dí un buen escupitajo, eh?-lo molesté antes de arrojarme sobre él, tratando de golpearlo con mi codo en las costillas.

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'Dado 2' : 16

mientras me limpiaba, esa cosa se abalanzo sobre mi. "modales de marinero, eh?" le dije. pero me golpeó en el pecho. al hacer esto, debido a la falta de equilibrio que generaba tener un brazo menos cayo al piso despues del golpe. esta es mi oportinidad, puedo matarlo.

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'Dado 2' : 12