Despertando en lo de Mered- Yeah, en lo de "Doll"

Spoiler:

Una o tres horas más tarde, cuando abrió los ojos en casa de la pelirroja, no podía pesarle menos lo que había hecho. Como siempre, Meredith era fuego en la cama y cada una de sus reacciones encendía en llamas las fibras de su propio cuerpo, sediento de ese deleite que solo ella podía darle. Había que admitirlo, pensó y fijo la vista en la informante, que dormía desnuda con la cabeza sobre su hombro: para ser tan vieja, era como una virgen para el sexo, pero sin la molesta falta de experiencia.
-Hey, old sis' -se removió un poco y le hundió una mano en el pelo- Feeling any sober yet? -si no despertaba no la culparía, ella incluso en la oscuridad estaba sintiendo lo que sería el principio de la resaca.

Las palabras le llegaron como eco a la nebulosa de su sueño. Medio despierta-medio dormida se negó a abrir los ojos, sabía lo que vendría: un dolor de cabeza de los imposibles, mareo y náuseas.
De forma inconsciente apretó los párpados aunque ya empezaba a notar la familiar sensación de desconcierto.
-Mhmm? Where...?-empezar a despertarse significaba aumentar el dolor de cabeza que le impedía pensar. Se removió buscando una forma de evitarlo pero sólo lo empeoró.

Woah, pese al alcohol, el sexo y la resaca, esa mujer que nunca se movía antes del mediodía parecía a punto de despertarse. Mejor así, de esa forma no sería la única luchando contra el dolor de cabeza, pensó y se estiró un poco para alcanzar sus lentes, que la pelirroja había dejado en la mesa de luz.
-¿Dónde? En tu casa, sweetheart -le respondió entonces, en un tono burlón apagado por lo pastosa que sentía la boca y lo embotado que tenía el cerebro- Creo que es de noche -agregó con cierto esfuerzo, mientras le daba una ojeada a la ventana del cuartito en el que vivía la mercenaria de temperamento fogoso y sueño pesado- ¿Muy temprano para ti, darling? -preguntó y se puso los lentes, porque incluso con las cortinas opacas y la escasez de luz el mundo le parecía demasiado brillante para sus destrozadas pupilas.

Inlcuso en el umbral del sueño y el mareo podía reconocer a la perfección el tono sarcástico. Resopló, ¿Qué hacía Jade allí? ... Ah... Ya... Suspiró al recordar, sonrojándose muy poco.
-Cállate, Ja...-no pudo terminar la frase, tuvo que pararse y correr al baño para deshacerse de todo lo que revolvía u estómago.
Terminó y se enjuagó la boca en el lavamanos, al menos ahora no estaba mareada... Abrió la ducha echando una última mirada a la cama antes de entrar bajo el agua para sacarse esa sensación de jaqueca-. A partir de ahora empieza mi día, honey-dijo en volumen lo suficientemente alto para que la oyera a través del agua.
Las llamas de las velas volvieron a encenderse para iluminar la habitación y, de paso, molestar un poco más a la morocha.

-Aagh, sis', me complicas disfrutar del paisaje con tanta luz -siseó haciendo un gesto vago con la mano para apagar todas las velas luego de que la golpeara el fulgor como si le taladraran con un martillo la cabeza- ¿Que no ves que me fascina observarte devolver el estómago en el baño? -murmuró irónica sin saber si la escuchaba o no con el único volumen que soportaba oír sin maldecir al tiempo que se encargaba de abrirle la cortina de la ducha con una brisa para devolverle el favor de los ruidos y pegarle, de paso, una última mirada a ese cuerpazo que quién sabe cuándo volvería a ver.
Fuck, ojalá la jaqueca no fuera tal que no le permitiese disfrutar de la vista que le había dejado la pelirroja entre que había dejado la cama y llegado al baño, desnuda con esas curvas que ahora le dolía ver, literalmente.

-Jade!-bramó histérica haciendo crecer una llamarada en la puerta del baño que sirviera como cortina para que no pudiese verla-Ten cuidado con lo que haces, honey-advirtió haciendo crecer el fuego que lamía la puerta de madera sin quemarla y volviendo a encender peligrosamente las velas como una amenaza implícita-. No me provoques-bufó bajo el agua llevando todo el cabello hacia atrás esperando que la ducha calmara su dolor de cabeza poco a poco, no toleraría encender el agua fría.

-Craaaps, ¿cómo puedes gritar tanto, darling? -se quejó sin prestar atención a las llamaradas de fuego, tan dolorida como estaba por el rugido que le había dado la pelirroja desde el baño- Veo que hay alguien de mal humor... -bufó arrastrando las sílabas y tapándose con un brazo la frente mientras volvía a apagar las velas que la otra había encendido a su alrededor en un intento de amenaza que poco le importaba en estos momentos si con dejarla en paz lograba que no le volviera a gritar- Shit, si no se apura con el baño le volaré alguna puerta -gruñó para sí misma, decidida a esperar desnuda como estaba en la oscuridad y con los ojos cerrados hasta que la informante terminase con la ducha. Con agua y una buena brisa tal vez se le pasase la resaca, rogó más que pensar con el cerebro en corto circuito y la cabeza partiéndosele en veinte.

-Shut up!-le ordenó enjuagando el largo cabello que tanto le costaba peinar, el agua había hecho magia en el embotamiento de su cerebro.
Salió de la ducha cerrando el agua y tomando dos toallas: una para envolver su cabello y otra para envolver su cuerpo.
Salió del baño y fue directo a su armario lanzándole un camisón rojo por sobre su hombro sin mirarla
-Ponte algo, sis'-dijo como si no importase.

-Hasta que no me bañe no, thanks -respondió en un murmullo sin esforzarse por atajar la prenda después de lo que le pareció una eternidad a causa del dolor de cabeza- Aparte de la ducha, ¿me cobras la toalla? -preguntó levantándose recién cuando sintió que podía soportar el ruido que hacía la pelirroja revolviendo en su placar y moverse al mismo tiempo- Whatever. Pásame luego la cuenta -masculló al intentar seguir con la vista a la informante y sufrir una punzada que apenas si le permitió asir el camisón antes de dirigirse al baño y abrir la canilla prácticamente con desesperación. Ni siquiera esperó a que calentase el agua para meterse bajo el riego y ahogar el insulto mental por la temperatura en un suspiro de alivio al notar cómo se calmaba su resaca.

Agradeció internamente el hecho de que la dejase sola en la habitación para poder tranquilizarse.
Fue hasta la heladera por algo que pudiese comerse esperando que su pulso no la delatase, nada de lo que hubiese pasado cambiaba los hechos... No podía permitir que un día de excesos le hicieran saltar el pulso de esa manera. Jade era Jade y se iría apenas pestañara, nada de andar pensando en cosas extrañas.
Como no había nada preparado tomó una manzana roja y se dispuso a comerla, intentando recuperar su orgullo.

Hell yeah... Cinco minutos de agua habían hecho la maravilla y lo que antes era un dolor que por poco no le permitía abrir los ojos ahora había disminuido hasta ser apenas una molestia, algo con lo que se podía enfrentar con los lentes puestos; esos que por cierto se había olvidado al meterse a la ducha sobre el puente de la nariz y ahora estaban absolutamente empapados.
-Hey, sis~' -llamó entonces, cerrando la canilla y asomándose a la habitación sin ningún tapujo, apoyada en el marco de la puerta con una mano y sin nada en el cuerpo a excepción de los anteojos, firmes sobre sus ojos para luchar contra la luz- ¿No tendrás algo con lo que me pueda secar aparte de la cortina del baño? You could've told me earlier, sweetheart, 'cause, you know, now it's completely soaked. -se quejó irónica sin prestar atención a lo que hacía la pelirroja.

Pretendió no sonrojarse ni un poco y carraspeó sonriendo de forma sarcástica, de una dulzura sobradora, antes de arrojarle un toallón rojo fuego que había sacado del armario directamente a la cara.

-Easy, honey, limpiarás el baño así que no habrá ningún problema al respecto...-se giro hacia el espejo interno de su armario para seguir maquillándose: primero los labios con su gruesa capa de labial escarlata y luego sus ojos, rodeados de la oscura pintura negra.

No pudo evitar levantar una ceja ante la respuesta, sin llegar a cazar al vuelo la toalla que la arrojó la pelirroja sin usar una ventizca para desviarla un poco hacia un lado. De no ser por los lentes habría jurado que se había sonrojado, pero como tal vez era cosa del dolor de cabeza no dijo nada al respecto, secando primero sus anteojos antes de volverse al baño refunfuñando un poco para no perder la costumbre.
-Oh, sure. Te juro que te barrería la casa entera con una escoba antes de tocar tu vómito, honey
Ironía aparte, lo decía en serio pues lo único que pensaba hacer en aquel cuarto en el que aún olía las náuseas de la bermeja era lavar su ropa y pasarse el camisón que le había prestado por la cabeza antes de salir y, con suerte, armarle la cama o algo del estilo a la perezosa esa que debía estar poniéndose los tres kilos de maquillaje que solía usar.

Chistó acomodándose el cabello en la media coleta alta que solía llevar.
-No queda nada, Jade-sonrió frente al espejo y tomó un chal semi trasparente del armario para colocarlo sobre sus hombros antes de cerrar el armario y echarle una última mirada al sobre de papel costoso que contenía una invitación-Y más vale que seques el baño o tendré que cobrarte el doble-decidió dejar de penar en el baile al que no pretendía ir y se sentó en la cama para buscar sus botas cortas de cuero marrón.

-Pffff, dime que no queda nada una vez te asegures de haberle dado al inodoro, sis' -le dijo burlona, más que nada por molestar, mientras refregaba un poco su ropa y hacía correr aire por el baño. Empujar el agua del suelo hasta la rejilla con una brisa sería lo más rápido para dejar contenta a la pelirroja que, conociéndola, sin duda hablaba en serio al avisarle que le cobraría el doble.
-What are you up to, darling? -le preguntó una vez terminó con lo que hacía, pues de aburrida se la había quedado mirando vestirse y la había visto desviar la vista hacia lo que parecía un sobre como diez veces en los últimos dos minutos.

-¡Para nada!-afirmó como si la estuvieran acusando de algo y suspiró por su propia reacción mirando a la ventana como si no le importara- ¿Cuándo partes, 'sis?-preguntó intentando simular poco interés, buscando concentrarse en algo que no alterara su humor demasiado... Claro que aquella pregunta no ayudaba en mucho a sus pensamientos inquietos.

-Cuando se seque mi ropa -respondió, sin poner mucha atención en lo que decía mientras la observaba aún desde la puerta del baño con el camisón que le había prestado puesto y los lentes sobre el puente de la nariz- "Para nada" no es respuesta a "¿qué haces?", ¿sabes? -comentó entonces, viendo a través de esa actitud falsamente desinteresada que había adoptado la pelirroja sin necesidad de esforzarse- It's not something you wanna talk 'bout, right? -supuso a continuación con un tono que más bien lo daba por sentado y apenas si hizo un gesto con la mano al usar un par de ráfagas de viento para armarle la cama.
-No es que me interese, pero sí que es un papel costoso el del sobre... -fingió indiferencia al hablar, alzando la carta entre los dedos índice y medio tras haberla hecho volar a su lado con el aire que había usado para estirar las sábanas- Linda caligrafía, por cierto -agregó irónica al leer por encima el destinatario sin intención, en realidad, de abrir lo que parecía una invitación.

-Wha...?-había empezado a decir mientras giraba el rostro aún en plan "no me interesa" y se quedó helada al verla con el sobre negro con letras plateadas en la mano. Sus ojos, más abiertos de lo debido, no podían dejar de ir hacia la invitación y hacia la mañana-Jade!-bramó histérica poniéndose de pie-Eso... ¡Eso es mío!

Hah... La reacción de la pelirroja había sido mil veces mejor de lo que esperaba. Tanto que la había hecho reír, largo y tendido, con un sonido que recordaba al sonido del viento colándose por entre las tablas de una cabaña o al de las gotas golpeando contra el vidrio en una tormenta.
-No kidding...? -exclamó aún riendo, tentada al extremo de que le empezaban a doler las costillas- I'm soooo sorry; no me había dado cuenta, Meredith -se disculpó entonces con una sonrisa altamente burlona en los labios mientras se abanicaba con el sobre para recuperar el aire que se le había ido en la carcajada y se planteaba ahora así abrirlo, al menos con el gesto, porque no podía dejar pasar algo que molestase tanto a aquella mujer de ánimo candente y temperamento complicado. No la leería pero de ahí a hacer un gesto teatral y abrirlo...
-Si es tuya significa que no puedo abrirla, ¿cierto, old sis'? -preguntó con el plan en mente y un tono que no dejaba entrever nada bueno mientras sacudía la carta de forma socarrona por la parte de arriba, abierta y con otro papel costoso asomando.

Contuvo la respiración ante la imagen del sobre abierto, ella no lo había leído, no quería encontrarse con una invitación fría pero tampoco quería encontrarse con una carta que la insultase, ni mucho menos con una que le rogase su asistencia. Si sabía del baile era por su trabajo así que no había necesitado abrir el sobre, y de hecho se había sorprendido al recibir una carta en su nombre.
Adelantó unos pasos hacia la morocha y al rededor de sus pies se formaban llamas que lamían sus piernas sin que pudiese controlarlo.
-Jade. Deja eso... Ya mismo-separó cada palabra como si se tratara de frases individuales ya a muy poca distancia, no podía mezclar esos dos universos, no podía dejar que ella se enterase.

Woah, woah. Para que las llamas se le saliesen de control en su casa debía ser muy importante el dichoso sobre. C'mon, no esperaba armar una pelea allí, ¿o sí? Ya habían volado algún que otro bar en pedazos, así que por más ganas que tuviese de aprovechar la resaca y liberar un poco de tensión, esa no era una opción. Además, ya habían tenido sexo así que esta la podía dejar pasar.
-Fine -aceptó sin dejar de sonreír y la soltó en el instante, haciendo correr un viento por la habitación que hizo que la invitación le diese una vuelta entera a la pelirroja antes de ir a parar a su escote- Now tell me what it is about, sweetheart -dijo como si fuera una condición arreglada para dejar el sobre al tiempo que se inclinaba un poco hacia ella, que ya le había hecho el favor de acercarse, y clavaba con fijeza los ojos en los de la otra, bordó a través de los vidrios teñidos de sus lentes.

Observó la carta viajar hacia ella y la tomó casi en un suspiro para volver a dejarla en el armario y cerrar la puerta para evitar más robos.
Levantó la frente buscando levantar su orgullo y se sentó en la cama mirando la ventana simulando estar distraida.
-Nada-frunció el ceño ya que ni ella se lo creía-. Me invitaron a un baile y no quiero ir, fine?-la observó un segundo para ver su reacción y luego volvió a la ventana-No me gusta que veas mis cosas...-su tono era mezcla de angustia y furia aún contenida.

-Y a mí no me gusta que me mientas como si fuese estúpida -comentó ella con desdén viendo que se alejaba y le tiraba una excusa que, si bien era probable que tuviese algo de cierto, no dejaba duda por el tono de voz que ocultaba más de lo que difundía.
-C'mon, Meredith, porque sé que no te gusta es que no la leí -bufó entonces en respuesta a su reproche y se cruzó de brazos donde estaba, mientras consideraba si no hacer correr aire caliente por el baño para secar su ropa, que era negra a diferencia del camisón que le había prestado la pelirroja y que ella no se había detenido a observar antes- ¿Crees que sin siquiera estar en mi casa me detendría por un par de llamitas? -preguntó entonces burlona y levantó el rostro altanera para darle a entender que claramente habría seguido buscando roña de no ser porque suponía haber tocado un tema candente, por decirlo así.
-So, ¿la razón por la que alguien como tú no querría ir a un baile suntuoso y lleno de gente rica es...? -repitió entonces con algo menos de consideración para dejarle claro que no se pensaba tragar así sin más que no quisiese ir a una reunión como la que pronosticaba esa carta, invitación a lo que parecía que sería el evento del año.

Resopló desviando la vista de las cortinas que ondeaban ligeramente con una sonrisa que se distinguía falsa y forzada a kilómetros de distancia. Al parecer la morocha no pensaba dejar de hablar del tema y se pondría más y más pesada cada vez que evadiera sus preguntas.
-Ese evento...-empezó pensando cómo decir algo sin decir nada, no quería mezclar esos dos universos-No todo lo que me interesa es el dinero...-intentó sonar convincente cuando las dos sabían que era casi, solo casi, una mentira-. Jade, no tengo ganas de cruzarme con alguien de esa fiesta... Ni siquiera abrí el sobre-esperaba que con eso dejara de preguntar más nada. Como dando por cerrado el tema volvió la vista a la ventana.

Sure. "Alguien" Tendría que haberlo supuesto desde el momento en que empezó a esquivarle el tema. No era la primera vez que, sin importar que se viesen cada dos o tres meses, le ocultaba algún malentendido con alguno de sus clientes. O alguna cita.
Alzando una ceja, pues, se guardó el comentario irónico acerca del día en que el dinero dejase de ser "todo" lo que le interesaba (que incluía teñirse el pelo de rubio y dejar de perderse) y preguntó sin más:
-¿Cogieron?
Dependiendo de la respuesta podría considerar no arrasar toda la fiesta con tal de encontrar al desgraciado que había logrado que Doll rechasase una invitación tan costosa.