Noche Agitada [Priv. Sally] [+18]

Entré por la ventana del cuarto y la tiré a la cama escuchando sus quejas.

-Pequeña mentirosa... Veamos si es cierto lo que dices.-le comenté mientras me sacaba el saco y cerraba todo. Fui a la cocina en busca de unas botellas, una de whisky y otra de vodka.

-Ya no puedes quejarte..-le comenté mientras entraba al cuarto.-Pequeña zorra alcohólica, aquí tienes.-le dije al entregarle la botella.

- Gracias! - Exclamó agarrando la botella, abrazándola y dándole algunos besitos. - Ja! la botella es mas sexy que vos! Mira estas curvas! - Exclamó burlándose mostrándole la botella para luego quedarse inmóvil y dejar la botella a un lado. Mas tarde se la tomaría. - Lo siento por eso... Efectos del alcohol, se disculpó notando que ya se encontraba algo borracha, pero no tanto.
- Entonces, ¿en qué estábamos? - Preguntó sentándose en la cama inclinándose hacia delante en un ángulo que le dejaba bien visible su prominente escote. - ¿Porqué no vienes a hacer válidas tus palabras? ¿Hm? - Le retó mientras se preguntaba si sería un híbrido con algún pájaro. Que haya salido volando sí que la había sorprendido, pero ahora no importaba, tal vez mas tarde preguntaría.

-¿Tan apurada estas?-le pregunté mientras me sentaba en el sillón del cuarto. Me acomodé y abrí la botella de vodka. Dí unos sorbos y sonreí. Ahora que la tenía donde quería podía darme el lujo de esperar y jugar un poco. Tal vez no fuera paciente, pero era la primera vez que quería esperar. Quería escuchar a la zorra suplicándome.-¿No piensas beber?- le pregunté señalando la botella.- Ya estas borracha, un poco de alcohol más no te va a afectar... tanto...-le dije y sonreí.

Ya que él lo proponía... Pensó agarrando la botella y le quitó el corcho que la tapaba con los dientes para luego escupirlo y dar un laaargo trago en el que se bajó casi media botella de una. - Ahhh! - Exclamó pasándose el dorso de la mano por la boca para limpiar restos de alcohol de sus comisuras. - Para ser sincera, acabo de salir de un trabajo, el tipo estaba bueno, y me pagó bien, pero era horrible y no me satisfació para nada. - Explicó encogiéndose de hombros. - Así que ven. Tu mismo te ofreciste a complacerme. - Lo llamó.

Reí ante la situación.

-Así que tu plan desde el principio fue usarme, ¿eh?-ladeó la cabeza divertidamente. Extrañamente me gustaba la idea...-De acuerdo, pero antes quiero que me satisfagas. Ven...-la llamé sonriente.- Imagino que sabes encargarte de esto, ¿no?-le pregunté mientras indicaba con mi dedo indice mi entrepierna. "¿Cuántos le habrán echo esto ya?" pensé. - Yo ya te dí una probada de mí, veamos que tan buena eres...-le dije y bebí un poco.-Si no llegas ni a un 7... Creo que no te va a ser difícil encontrar la puerta.

Abrió los ojos sorprendida ante el pedido, entendía perfectamente a qué se refería pero no había hecho eso antes. Sonrió y dejó escapar una leve risa. - Nunca está de mas intentar cosas nuevas.- Murmuró para sí misma levantándose y acercándose a él. No iba a rechazar un reto, no a él, además, parecía divertido.
Apoyó sus manos en sus rodillas y las separó arrodillándose entre sus piernas. - Hmmm, veamos~~ - Canturreó mientras palpaba su bulto y desabrochaba su cinturón. - Jajaja. - Rió ante la prominente erección del otro. Pasó su lengua por sus labios mientras tomaba su miembro con sus manos y comenzaba a acariciarlo. Tenía un muy buen tamaño, observó entusiasmada, mas le valía que sepa como usarlo, sobre todo después de hacerle hacer esto. Se suponía que debía meterlo en su boca... ¿No? Dudó unos momentos antes de tragar saliva y acercarse. Era hora de improvisar.
Tal vez si primero... Pensaba mientras soltaba una de sus manos y dejaba la otra sosteniéndolo mientras pasaba su lengua desde la base hasta la punta para luego depositar sus labios dejando un suave beso y luego comenzar a bajar lentamente envolviéndola con sus labios. ¿Lo estaba haciendo bien? Se preguntó e inmediatamente tuvo su respuesta. Parece que no. Se respondió alejándose de golpe y comenzando a toser. La había introducido más de lo que debía y se había atragantado.

La observé acercarse y acomodarse entre mis rodillas. Quise reír y detenerla al ver como titubeaba. Era obvio que nunca lo había hecho, pero sentía curiosidad por lo que haría y cómo se sentiría.

"Me pregunto que hará..." pensé. La mayoría de las chicas se lo metían directamente en la boca. "Tal vez ell..." comencé a pensar y fui asaltado por la sensación de su lengua en mi pene, recorriendo toda su longitud. "Mierda" pensé y sus labios rápidamente tomaron mi miembro llevándolo profundamente. Su humedad era abrazadora y casi agarré su cabeza para dejarla allí, pero no lo hice porque justo en ese momento comenzó a toser. Casi gemí ante la perdida del contacto.

-Pequeña zorra... ¿quieres que te enseñe?- le pregunté mientras la agarraba por los brazos y la sentaba sobre mi. No es tan difícil como crees. Podría darte indicaciones mientras lo haces.-agregué y le guiñé el ojo. Esto iba a ser muy divertido.

- ¿Enseñarme? - Preguntó alzando una ceja una vez hubo terminado de toser. ¿Acaso lo había hecho antes como para saber como hacerlo? Comenzó a reír ante la idea y estaba a punto de preguntarle sobre eso, pero calló, lo dejaría para después. - ¿Puedes enseñarme? - Preguntó recostándose sobre su pecho apoyando sus manos en él. - ¿Eso quiere decir que no lo hice tan mal? - Preguntó con curiosidad expulsando el aire en su cuello bajo su oreja.

Sonreí ante su reacción.

-No es tan difícil y básicamente todas las mujeres hacen lo mismo. Llega un momento en el cual ya uno aprende todos sus trucos...-comenté.- Y... diría que te sacaste un 7 solo porque quiero ver cómo lo harías con algo de ayuda...-le guiñé el ojo e indiqué que se arrodillara frente a mi. Enseñarle parecía divertido...-Ahora quiero que encuentres un ritmo de respiración cómodo.-Agarré mi pene y se lo dirigí a la boca.-Lo pones en la boca y vemos hasta donde puede llegar.

Escuchó sus explicaciones y miró su pene acercándose a él. No eran nada que no hubiera deducido ya, pero algunas veces era mas divertido hacerse la idiota. - ¿Así? - Preguntó comenzando a introducirlo en su boca llegando lo máximo que pudo sin atragantarse y retrocedió acompañándolo con su lengua para cuando llegó a la punta lo quitó de su boca pero continuó lengueteándolo, yendo hasta la base cambiando de ángulo y volviendo a la punta para volver a introducirlo en su boca. - ¿Así está bien? - Preguntó 'inocentemente' luego de llegar hasta el fondo una vez mas y volver.

Mi respiración se agitó por sus movimientos... Si no me refrenaba iba a terminar allí, solo con los toques de una novata.

-Pequeña zorra...-le susurré agarrándola del pelo y alejándola un poco.- Me gustan las que muerden...-comenté.- Muerde suavemente la punta mientras agarras mis bolas. Y mientras haces eso, con la otra mano quiero que me acaricies de arriba hacia abajo, lentamente.- Esa zorra estaba jugando con él, mientras se hacía la inocente.- Si lo haces bien, puede que te recompense aun más de lo que tenía planeado hacerte.- le dije antes de sentir sus dientes en mi pene. Gemí en voz alta sin poder contener el placer que me azotó. "Mierda..." pensé y ella siguió.

Siguió sus instrucciones, esta vez al pie de la letra ya que no se le había ocurrido hacer algo así, conteniéndose de morderle fuerte, ganas no le faltaban. No lo hacía por la recompenza que le ofrecía, aunque eso la animaba un poco, sino porque se estaba divirtiendo peleando aquella batalla de egos. Se deleitó con el gemido sonoro que soltó sintiéndose victoriosa y prosiguió con mayor ímpetu aumentando el ritmo de sus acciones.

Maldije internamente cuando sentí que aumentaba el ritmo. La zorra aprendía rápido...

La alejé al sentir como mis pelotas comenzaban a endurecerse. Tenía que pararla ahora...

La agarré y la llevé a la cama. Me subí los pantalones y me dediqué a besarla, notando que perdía casi toda la paciencia. Pero sabía que tenía que refrenarme y estar un poco más sosegado. La muy zorra era capaz de decirme otra vez que no estaba excitada.

-Mi pequeña...-le susurré mientras jugaba con su cabello.-¿Algo en especial que quieras que haga?

Sonrió complacida cuando la alejó y la arrojó a la cama besándola bruscamente. Había ganado, le había salido bien y él no pudo aguantar más. Se sorprendió ante el ofrecimiento y soltó una leve risa recorriendo los labios del pelinegro con uno de sus dedos y mordiéndose su labio inferior pensativa.
- ¿Podrías... Morder suavemente mi cuello - Preguntó al cabo de un rato y llevó una de sus manos bajo su propia remera agarrando uno de sus pechos y lo masajeó suavemente.. - ... Mientras acaricias y pellizcas mis pezones? - Terminó cayendo bajo los efectos de sus propias caricias. Alejó su mano avergonzada por eso. - Aunque, preferiría dejarlo a tu imaginación. - Dijo rodeando su cuello con ambos brazos.

-¿Así?-pregunté mientras acariciaba uno de sus senos lentamente como ella lo había hecho.- ¿O así?-volví a preguntar mientras pellizcaba levemente sus pezones.-¿O puede que así?- interrogué mientras bajaba mi cabeza y tomaba uno de sus brotes entre mis dientes y tiraba. Jugué con el lamiéndolo a través de la ropa mientras mis manos bajaba y se metían dentro de su remera.

Hice un pequeño puchero mientras me alejaba.

-Acabo de enseñarte, ¿no deberías explicarme también? Ya que no estas tan convencida de mis capacidades, deberías asegurarte de que yo aprenda y te haga pasarla bien hoy, ¿no?-le dije divertidamente y tomé sus labios mientras mis manos volvían a masajear sus senos.-Creo que sería un buen aprendiz...- le susurré mientras mordía sus labios y apretaba fuertemente su pezón.- O como mínimo, sería atento...

- hnnn... Esta... vez... ah! ... Lo estas... haciendo bien... - Logró decir entre leves gemidos contenidos. - Sólo... Te falta esto. - Indicó hundiéndose en su cuello y comenzó a recorrerlo de arriba a abajo entre besos y leves mordiscos interrumpidos por suaves exhalaciones de placer debido a las caricias del pelinegro. - Ahora, inténtalo. - Dijo y lo besó mordiéndole el labio inferior como él le había hecho antes. Subió una de sus rodillas rozándole la entrepierna y casi sacándole un gemido. - ¿Ves? - Rió, cuando el otro está excitado, es diferente. -

Sonreí ante su reacción a mi caricias y dirigí mis labios a su cuello.

-A ver si me sale...-comenté divertidamente mientras exhalaba aire caliente en su cuello, logrando hacer que temblara. Apoye muy lentamente mis labios sobre él mientras inhalaba su excitante olor. Mis dedos volvieron a presionar sus pezones, consiguiendo un nuevo gemido por la atención. Fui ascendiendo sobre su cuello dejando pequeños besos y mordidas. Cuando llegué a su oído me reí y giré, colocándole sobre mi.

Le saqué la remera con su ayuda, notando que sus manos temblaban... "Mi pequeña zorra..." pensé y atrapé su pezón nuevamente mientras con una mano jugaba con el otro.

Rodé y volví a acostarla sobre la cama, ejerciendo peso con mi cuerpo y separando sus piernas con mi rodilla.

-¿Tu cuello necesita más atención?- le pregunté mientras lo mordía suavemente.- ¿O debería hacer alguna otra cosa, mi pequeña zorra?

Sentía su piel arder ante cada contacto. Era un idiota que se creía demasiado, pero sí que sabía hacer las cosas bien. Reconoció ante sus caricias.
- Haz lo que quieras. - Indicó haciendo un gran esfuerzo por contener sus gemido, ya había soltado más de los que hubiera querido alimentando el ego de su acompañante.
Lentamente comenzó a deslizar sus manos por debajo de la remera del pelinegro recorriendo entre caricias su espalda y su pecho.

Quise sentir sus manos en mi piel sin que la estúpida remera me molestara. Sin embargo, no tenía la paciencia para sacármela y me la arranqué de golpe, recibiendo una pequeña risa por parte de la pequeña zorra. Sonreí y volví a sus labios, acariciando con más devoción su piel. "Mierda..." pensé. Era demasiado suave...

Rodeé nuevamente y le sonreí juguetonamente al tenerla nuevamente sobre mi.

-¿Qué te parece si me montas?- le pregunté. "¿Lo habrá hecho alguna vez?" Por desgracia para ella, había encontrado muy gratificante ser el primero en muchas cosas... "Muchas cosas..." me repetí al pensar en algunas nuevas ideas que podría llegar a practicar con ella.

Se quedó sorprendida, sentada sobre él, observándolo. Montarlo!? Sintió como se le ruborizaba el rostro. No podía negar que era interesante, nunca lo había probado, pero aún así... Sacudió la cabeza ¿Que le costaba? Ya había hecho cosas más vergonzosas. Su vergüenza se esfumó y fue reemplazada por una sonrisa pícara. - Parece que hay muchas experiencias nuevas el día de hoy~ - Canturreo contenta para sí misma, probablemente, después de esto pueda hacer un buen libro erótico.
- Eres bastante exigente ¿eh? - Preguntó sentándose sobre él moviendo suavemente las caderas, sintiendo como su miembro reaccionaba a través de la tela mientras se deshacía de su cinturón y comenzaba a quitarle los pantalones al pelinegro.

-Muy exigente...-sonreí malvadamente- Y pronto te enteraras exactamente como...-agregué mientras detenía sus manos y volvía a besarla. -Prefiero que te desnudes primero, preciosa... Aun hay cosas que deseo probar.-le dije mientras le guiñaba el ojo y comenzaba a abrir su pantalón. -Y aquí... ¿cómo prefieres tus atenciones? ¿No deseas explicarme? ¿Dedos, boca o ambos?

¿¡Qué!? Estaba acostumbrada a ella hacer cosas... fuera de lo común... por decir de algún modo. Y usando la palabra 'común' bajo sus propios estándares. No que se las hagan a ella.
- Yo... no... - Respondió juntando sus piernas y cubriéndose con ambas manos completamente confundida y avergonzada cerrando los ojos con fuerza y moviendo la cabeza de un lado a otro.

Reí realmente con ganas ante su reacción.

-Mi pequeña zorra...-susurré mientras aun me reía. No podía creer que se comportara de esa forma ante eso. -¿No quieres saber como se siente?-la tenté. Era obvio que era curiosa, solo tenía que despertar su interés por eso.- Prometo parar ante cualquier queja...-le susurré mientras mordía su cuello ligeramente. Logre suavemente alejar una de sus manos.-Iré suave...-murmuré mientras descendía dando besos en su cuerpo, hasta llegar a la curva de sus pechos. Alejé su otra mano y mordí uno de sus pezones.-Te gustará...-dije y mi boca fue descendiendo hasta llegar a su cadera...

"Mierda" pensé mientras abría lentamente sus pantalones. Me encontraba más que deseoso de llegar allí y devorarla.

Ante la insistencia y su propia naturaleza de darle la bienvenida a las nuevas experiencias su resistencia no fue mucha. Se recostó sobre las sábanas sintiendo como se iba deshaciendo de su pantalón y ropa interior y cubrió su cabeza con sus brazos notando como separaba sus piernas para hacerse lugar y esperó el contacto que no se hizo esperar. Sintió escalofríos recorriendo todo su cuerpo y no pudo evitar soltar un suspiro de deseo.

Gemí ante la reacción de mi pequeña zorra ante ese leve contacto. Deslicé mi lengua un poco más fuerte sobre sus pliegues empapados y ella reaccionó rápidamente ante aquello. Sonreí y decidí no contenerme...

Ataqué, casi sin pensar, su clítoris succionándolo fuertemente. Lentamente metí mi dedo medio en su interior mientras mordía ese pequeño botón de nervios. Ella casi gritó y sentí como agarraba las sábanas y tiraba de ellas.

-Pequeña zorra... ¿acaso disfrutas esto? ¿Sigues dudando de mi?-le pregunté mientras metía otro dedo y comenzaba a mover más rápidamente.-Deberías saber que eres completamente dulce aquí abajo... ¿Te gustaría probar?-le dije, sin dejar de mover los dedos, mientras acercaba mis labios a los suyos.- ¿No quieres saber tu sabor? Estabas completamente excitada...-agregué y sin esperar su respuesta la besé.

Antes de alejarme volví a morder sus labios más fuerte lo que lo había hecho y volví a concentrarme en su sexo.

-Mi pequeña zorra... tan codiciosa...-susurré mientras lamía y mordía. En algún momento tendría que volver a gritar.